Los vecinos están dispuestos a acometer los trabajos, pero piden al Ayuntamiento materiales y que clarifique su titularidad.
Las casas cueva de las laderas bajo los viaductos de Teruel podrían convertirse en un recurso turístico para el barrio de San Julián. Los vecinos consideran que la recuperación de estas casas, la última de las cuales estuvo habitada hasta la década de los setenta, supondría un nuevo estímulo para la revitalización del barrio, una aspiración en la que ha puesto todo su empeño la actual directiva de la asociación de vecinos.
El presidente de la citada entidad, Pepe Polo, manifestó que este es uno de los objetivos planteados para el próximo año, y agregó que los vecinos están dispuestos a acometer este proyecto para evitar un sobrecoste al Ayuntamiento. Únicamente le reclaman los materiales y los trámites para dilucidar la titularidad de estas cuevas, cuatro cavidades excavadas en el tramo de laderas que va desde la zona de la plaza de toros hasta el edificio de Sanidad.
Pepe Polo explicó que el proyecto consistiría en el saneamiento de las viviendas, su consolidación, el encalamiento y la recreación del modo de vida que primaba en la época en la que estuvieron activas. «Creemos -dijo Polo- que tienen interés turístico y social para el barrio».
Esta actuación se enmarca dentro del proyecto de recuperación de las laderas del entorno de San Julián, una iniciativa que arrancó en la legislatura pasada pero que fue interrumpida. El presidente de la asociación vecinal considera «necesario» continuar con el aterrazamiento de los taludes, «ya que cuando llueve se producen arrastres y acaban por arrancar los pinos de raíz».
Para Polo, los vecinos se muestran dispuestos «a participar con plantaciones de pinos rastrojeros y en la limpieza de la zona, siempre que el Ayuntamiento proporcione el material».
Exposición alfarera
El líder vecinal anunció este proyecto ayer tras la presentación de la revista Rambla, una publicación en la que se dan a conocer otras iniciativas para 2012, como la organización de una gran exposición sobre la alfarería, al cumplirse el 25 aniversario del fallecimiento del último artesano de la familia Gorriz, uno de los más importantes clanes de alfareros de la capital.
Pepe Polo señaló que los familiares de los ceramistas se han comprometido a ceder 250 piezas -buena parte de ellas de los años cuarenta del siglo pasado-, de las más de 3.000 de que dispone, así como fotografías antiguas, y añadió que representantes de la asociación vecinal mantendrán en breve contactos con la Fundación Ollerías Siglo XXI para decidir las fechas de la exposición, así como la ubicación. El barrio no dispone actualmente de ningún espacio para albergar tantas piezas, por lo que se plantea la posibilidad de montar la muestra en un local del casco antiguo.
Fuente: Heraldo
Fecha: 06/12/2011
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