“Nuestra aventura es el reflejo de la realidad y sin la unión no hubiéramos conseguido nada. Teruel somos todos y ser pocos no resta derechos. ¡Rasmia y pitera por la dignidad de Teruel!”. Con esas palabras cerró su intervención el deportista de Monroyo Ángel Antolín tras concluir el jueves por la tarde la última etapa de la Ruta por la Dignidad de Teruel, un camino de 240 kilómetros a través del GR8 para reivindicar, desde Beceite y hasta Teruel, cada día bajo un lema, los derechos de la España Vaciada, donde la pandemia ha abierto aún más la brecha con los territorios poblados.
Su compañero, Carlos Jávega, detalló que ellos habían llevado “el mensaje con piernas, voz y pasión” y ahora es el turno de que todos los habitantes de la provincia griten “que de Teruel no es cualquiera”, reclamó. En el acto también intervino Javier Moragrega, empresario hotelero del Matarraña que también realizó el recorrido, quien destacó el apoyo de los diferentes colectivos que se han sumado a lo largo del camino. Tras finalizar la rueda de prensa, planteó el error que supone “romper paisajes con grandes proyectos eólicos cuando hay alternativas con deporte, turismo sostenible y ganadería y agricultura ecológica”, sentenció en referencia a los grandes proyectos eólicos que se han planteado en varias comarcas de Teruel.
El presidente de la Asociación Teruel Empresarios Turísticos, Roche Murciano, se unió a los deportistas en la última etapa en bicicleta desde La Puebla de Valverde a Teruel y, ya en la capital, fue el encargado de leer el último de los manifiestos que se han realizado a lo largo de la ruta y que, todos juntos y en un dosier, se trasladarán hoy a los representantes de la Diputación de Teruel, del Gobierno de Aragón y del Gobierno de España.
Roche destacó el trabajo realizado por los empresarios turísticos de Teruel, que han “apostado” su propio patrimonio y su trabajo para afianzar la provincia “como un destino estrella de Aragón, consolidado en España y el extranjero como referencia de calidad y de dinamización económica y social”, relató. Añadió que crean empleo directo, ofrecen “un futuro a los jóvenes y atraen nuevos pobladores” para trabajar en sus empresas, “disminuyendo así la despoblación”. Sin embargo, tras un “invierno devastador” muchos se han visto obligados a “bajar la persiana” y lamentó el “abandono” que sufren por parte de las administraciones porque “se legisla desde las ciudades y para las ciudades, sin tener en cuenta la peculiaridad del mundo rural. Con la prohibición de la llegada de turistas se ha cortado fulminantemente nuestra única fuente de ingresos”, lamentó.
La Ruta por la Dignidad Rural de Teruel concluyó su periplo en la capital turolense, donde los tres miembros del Club Matarraña Team llegaron a la meta, en la plaza de la Catedral entre aplausos de los turolenses y fueron recibidos por los senadores de Teruel Existe Beatriz Martín y Joaquín Egea; por el presidente de la comarca Comunidad de Teruel, el socialista Samuel Morón, y por el director provincial de Carreteras, Ignacio Belanche (CHA). El motivo para recorrer los 240 kilómetros que separan Beceite de Teruel era visibilizar los problemas que tiene el medio rural y que se han incrementado debido a las restricciones por la pandemia.
Los dos deportistas (Antolín y Jávega) y el hostelero Moragrega han dado con su acción visibilidad a la tensión a la que continuamente está sometiendo la administración al medio rural, según explican. La última etapa, que concluyó el jueves por la tarde, estuvo dedicada a la Producción Sostenible de Teruel y dieron así visibilidad a los productos agroalimentarios del territorio.
A lo largo de los 240 kilómetros de camino han recibido el apoyo de los empresarios turísticos de todas las comarcas de Teruel, que se han adherido a las reivindicaciones planteadas, al igual que el Movimiento Ciudadano Teruel Existe. La última de las etapas se dividió en dos partes, una primera en la que los deportistas partieron de Valdelinares y llegaron a La Puebla de Valverde, donde fueron recibidos por varios cocineros que les hicieron un showcooking a partir de productos turolenses como la trufa. Ya por la tarde, partieron en bicicleta desde La Puebla hasta Teruel a través de la Vía Verde. La empresa Matarraña Aventura y el Club Ciclista Teruel pusieron bicicletas a disposición de los particulares que quisieron acompañar a Antolín, Jávega y Moragrega en sus últimos 30 kilómetros reivindicativos.
Si la primera jornada comenzó con la lluvia como acompañante, en la última los corredores disfrutaron de temperaturas primaverales, algo que propició que numeroso público se concentrara para recibirlos en la capital. Moragrega reconoció que las etapas habían sido duras y resaltó el cariño recibido durante el camino.
Entre los objetivos que se marcaban los impulsores de esta marcha, está visibilizar la “situación extrema” que vive el sector turístico y unir a todos los empresarios provinciales para lograr una mayor fuerza ante las administraciones. Además, pretenden que esta ruta, que ha tenido una importante repercusión en los medios de comunicación y las redes sociales, sirva para la promoción conjunta del territorio.
En cada una de las etapas los corredores han defendido un lema con el fin de visibilizar la problemática rural. Mientras que en la primera pusieron el foco de atención en las empresas turísticas de Teruel y la mujer rural, la segunda la denominaron Por la Dignidad de los Paisajes Turolenses y aprovecharon para denunciar el grave daño que, aseguran, va a provocar la instalación de grandes parques eólicos en las comarcas de Teruel. La tercera etapa, desde Mirambel a Valdelinares, la sudaron “por la dignidad de los habitantes de la España Vaciada”, mientras que su último lema fue a favor de la producción sostenible en Teruel. Los corredores realizaron en cada una de las cuatro jornadas una media de 50 kilómetros.
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