La primera representación de las Bodas abrió anoche la celebración
Isabel de Segura y Pedro Fernández de Azagra -interpretados en esta edición por Laura Martínez y David Caballero- contraen hoy matrimonio en una villa que se ha engalanado para recibir al rey Jaime I de Aragón con motivo de la conmemoración del Fuero de la villa.
Ayer, las familias importantes del Teruel de principios del siglo XIII -como eran los Oteyza, los Azagra, los López de Barea y los Segura- asistieron al anuncio de un enlace principal para la villa por unir a dos nobles linajes después de llegar la noticia de la muerte de Diego de Marcilla, justo dos días antes del plazo que le dio el padre de su amada Isabel para que marchara a hacer fortuna.
La desaparación del joven, que como hijo secundón no tenía derecho a herencia y ha cruzado fronteras en busca de fortuna, allanó el camino para que Azagra, que ha regresado del campo de batalla, pidiera la mano de la guapa Segura empujado por su hermano el tenente y Doña Elfa.
Aunque Alonso, el amigo de Diego, sembró la duda sobre la muerte de Diego y lo situó en Segorbe, los Azagra creyeron a Tarsicio, que aseguró haberlo visto morir en Aquitania.
Isabel imploró que se esperara a que se cumpliera el plazo, pero “no veo motivo para prostergar la boda”, sentenció el tenente.
Empujada por los acontecimientos, Isabel dio el consentiemiento a su padre en el balcón de su casa para que diera su mano a don Pedro. En el transfondo, se dislumbra una solución a las deudas de la familia.
Pero el anuncio público de la boda cayó como un jarro de agua fría en la familia de los Marcilla. “Os maldigo”, gritó desesperado el padre de Diego.
Sus hermanos Guillermo y Sancho hablaron con Alonso que se mostró dispuesto a ir a Segorbe a buscar a Diego.
Fuente: Diario de Teruel
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