Los aficionados a la micología tuvieron la oportunidad de disfrutar durante el fin de semana de la mejor primavera de los últimos ocho años en la Sierra de Albarracín. Las intensas precipitaciones unidas a las temperaturas más propias del otoño han hecho que los montes de Teruel se llenen de especies de setas, buena parte de ellas comestibles. Las jornadas organizadas por Aetsa, la Asociación de Empresarios de la Sierra de Albarracín, han sido un éxito en cuanto al número de ejemplares catalogados. Pero además, una de las cosas que más llamó la atención a los aficionados fue el gran tamaño que presentaban algunas de las setas recogidas.
En este sentido, Gonzalo Castillo, experto en micología, indicó que para la exposición se recogieron unas 40 especies, entre ellas algunas de las más apreciadas a nivel culinario como los perrechicos, las colmenillas, varias especies de champiñones o los marzuelos, que aunque son más tempranos siguen apareciendo aún en los montes serranos. Además, también había una decena de setas tóxicas como los cortinarius, las gyromitras o las lepiotas, setas que pueden causar importantes trastornos, algunos intestinales y otros de carácter neurotóxico, según explicó Castillo.
Los aficionados salieron al campo acompañados por Gonzalo Castillo y Alberto Arregui, experto en cocina con setas, que fue el encargado de ofrecer una charla el domingo sobre las posibilidades culinarias de este producto, tan de moda y a la vez tan desconocido. El experto en cocina ofreció algunos consejos para elaborar las setas, un producto bastante alejado de las verduras en cuando a sus propiedades y que, por tanto, exige un tratamiento muy diferente de éstas.
Arregui habló no solo de su elaboración en los fogones, sino también del momento óptimo para recogerlas y la forma de conservarlas. Ofreció algunas recetas y mostró las mejores formas para congelarlas y desecarlas. A la charla, que tuvo lugar en Noguera el domingo, asistieron una treintena de personas. Todos ellos tuvieron oportunidad de degustar algunos de los platos elaborados por Alberto Arregui, quien aprovechó para la demostración algunas de las especies recolectadas el día de antes durante la salida al campo.
La Sierra de Albarracín está viviendo una de sus mejores primaveras en cuanto a aprovechamientos micológicos. Y es que, según apuntó Gonzalo Castillo, las temperaturas son otoñales ya que no bajan de los 6 grados pero tampoco superan los 20 grados. Esto, unido a las intensas precipitaciones que se han registrado durante las últimas semanas, hacen que sea una de las temporadas más prolíficas y, de momento, “va a seguir así”. De hecho, Castillo apuntó que este año será posible, previsiblemente, recoger en primavera algunas de las setas más populares del otoño, como el níscalo.
Plazas libres
Los que deseen comprobarlo pueden participar en las jornadas el próximo fin de semana en Calomarde, el 9 de junio, y en Tramacastilla, el 10. Todavía hay plazas libres tanto para la salida al campo y el taller de identificación previstos para el sábado como para la demostración culinaria que llevará a cabo la cocinera con una estrella Michelin María José Meda el domingo.
La Sierra de Albarracín es un lugar idóneo para la recogida de setas puesto que tiene una gran diversidad de hábitats, lo que propicia que aparezcan ejemplares de lo más variados. Así, de las 56 setas que están catalogadas como comestibles y comercializables en España, en los montes serranos es posible localizar 38, entre ellas las más apreciadas, como los boletos, los níscalos, los marzuelos o las colmenillas, entre otras.
Noticia y foto: Diario de Teruel. (Ver Noticia en Diario de Teruel)
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