En el imaginario de los más escépticos de las artes de Cupido siempre está la manida frase de “Mirad a esos que parecen los amantes de Teruel, tonta ella y tonto él”. Pero lo que muchos igual pasan por alto es que la leyenda de los amantes de Teruel tuvo un calado muy hondo en nuestra historia, hasta tal punto que se ha considerado la historia del Romeo y la Julieta españoles, aunque Shakespeare viniera mucho después.
Y aunque los historiadores no se ponen de acuerdo en la veracidad de los hechos, algo pasó en la Edad Media para que ocho siglos después, sigan estando en boca de todo el mundo.
¿HISTORIA O LEYENDA?
Los Amantes de Teruel tienen su propia Fundación en el mausoleo donde supuestamente yacen los famosos y legendarios amantes, en la misma ciudad de Teruel. Esta organización fue creada en el año 1998 por diversas instituciones como el Gobierno de Aragón y el Arzobispado de Teruel y Albarracín con objeto de preservar la tradición histórica y la difusión de esta pareja malograda que se convirtió en un símbolo para los turolenses.
Ahí descubrimos la historia, que supuestamente tuvo lugar en el siglo XIII, del amor nacido entre Don Diego de Marcilla y Doña Isabel de Segura. Diego e Isabel habían crecido juntos en el seno de dos familias adineradas, y su amor había sido visto con buenos ojos por parte del padre de esta última de no ser por una plaga de langostas que asoló la Hacienda de los Marcilla.
Para recuperar el “linaje perdido”, la solución fue la de partir Don Diego a las Cruzadas por cinco años con objeto de volver con dinero y gloria y así poder consumar los deseos nupciales de la joven pareja. A lo largo de esos años, no se recibían noticias de Don Diego, y las que se recibieron aseguraban que en la ultima batalla nadie quedó con vida. Incluso se llegó a creer que fue la propia familia de Doña Isabel la que alimentó esas habladurías con tal de impedir el casamiento.
Al cumplirse los cinco años Doña Isabel tuvo que aceptar al pretendiente de su padre, también señor de Albarracín (bonitos intereses tenía el padre). Y precisamente el mismo día de la boda apareció Don Diego, cargado de honores y poderío. Al enterarse de la boda de su amada decidió reclamar el último beso prometido, escalando el balcón donde el nuevo matrimonio dormía. Pero fiel al matrimonio, Isabel lo rechazó, cayendo muerto Don Diego.
En el entierro, ella no pudo soportar el no haber podido salvar la vida de su amado y, haciendo oídos sordos a lo que pudieran decir las malas lenguas, se coló en el funeral y besó a Diego, cayendo fulminantemente muerta en el instante. Y tal fue el impacto del suceso, que se decidió darles sepultura juntos.
Y esa sepultura se encuentra en el interior de este museo, en una espectacular escultura de alabastro de Juan de Ávalos de los años 50, que muestra a los amantes cogidos de la mano. Los cuerpos que descansan en su interior se descubrieron en una capilla de la Iglesia de San Pedro y generaron cierta controversia ya que hay algunos historiadores que dicen que corresponden a una madre con su hijo, pero esto no se ha podido demostrar. La entrada al mausoleo no es gratuita, pero permite un circuito por el museo y a la preciosa iglesia mudéjar de San Pedro, imprescindible en tu escapada a Teruel.
LAS BODAS DE ISABEL SEGURA
La historia de los amantes de Teruel tiene un calado tan grande entre sus habitantes que todos los años celebran una fiesta en la que se recrea la historia de los malogrados Isabel y Diego. Declarada como Fiesta de Interés Turístico Nacional, existe desde el año 1997 y tan solo se ha visto interrumpida en 2021 por causa de la COVID. Pero este año se vuelven a celebrar, y a pesar de que se celebran siempre a mediados de febrero, en el ultimo momento se ha emplazado la celebración al mes de marzo.
Hemos recorrido las calles de Teruel de la mano de Raquel Esteban, la artífice de que las bodas de Isabel Segura se celebren en Teruel desde hace 25 años. “Cuando yo era niña la verdad es que los amantes no eran nada. El mausoleo era un lugar triste que a los niños nos daba miedo. Hace 25 años lo montamos todo y éramos cuatro gatos. Pero ahí pasó algo, porque todo el mundo se emocionó con la escenificación de las bodas, comenzaron a notar algo muy suyo, una seña de identidad” relata Esteban.
Raquel nos habla de otros tiempos, explicando que la posguerra fue muy triste porque se decía que las personas enterradas en el mausoleo eran las momias de dos guardias civiles. “Durante la Guerra Civil, las momias se escondieron en el convento de las monjas clarisas entre ratas y deshechos. Cuando se hicieron las pruebas del carbono 14 vieron que la fecha real de las momias era de principio del siglo XIV, que encaja con el margen de la historia de los Amantes”.
Disfrutar de las Bodas de Isabel Segura es una experiencia que hay que vivir al menos una vez en la vida. Las calles de la ciudad se convierten en verdaderos capítulos de la historia de los Amantes, transformándose en una pequeña ciudad medieval donde se reproducen diferentes pasajes de la historia de Diego e Isabel, repartidos en varios días.
El jueves comienza la fiesta. Este año harán un resumen de lo acontecido en el año anterior que, debido a la pandemia, los festejos fueron virtuales y los pasajes de los Amantes de Teruel se filmaron. Los cuatro escenarios se montan en el casco viejo, alrededor de la plaza de la catedral, teniendo cada uno su propia significación.
El viernes se celebra la boda. Se escenifica el momento en que Isabel Segura se casa con el hombre propuesto por su padre al no haber regresado Don Diego.
El sábado es el día de la celebración del toro nupcial, símbolo de fertilidad y fecundidad. En esa misma tarde se celebra el Torneo Medieval en honor a Jaime I de Aragón, que para la época de los amantes era tan solo un niño. Es en este momento cuando se espera la llegada de don Diego.
En la versión cinematográfica del año pasado Don Diego se encontraba con una bruja. Se plantea que Isabel se casa hechizada, pues su cuñada contrata a unas brujas para que hechicen a Isabel y se olvide de Diego. Duraría este hechizo hasta que pasara la luna de marzo. Es en este momento cuando llega Diego, sube al balcón y pide el beso, cayendo muerto.
El domingo se celebran los funerales por la ciudad. Ahí es cuando Isabel, arrepentida, besa a Diego y muere instantáneamente sobre su cuerpo. Comienzan los desfiles y se prepara el fin de fiestas donde no falta la música y la comida. Para Raquel hay además un momento muy emotivo en este punto: “Hay que ponerse en la piel es los actores. Diego esta casi dos horas muerto desfilando por las calles de Teruel, y eso es un trabajazo. Es muy de notar el esfuerzo que tiene que hacer, porque tanto él como Isabel casi caen en un trance. Hay un momento maravilloso cuando termina todo el desfile y ellos despiertan antes de aparecer en el balcón como actores. Ese momento final, cuando pasan de personajes a actores, es muy emocionante, es como si hubieran vivido realmente al personaje y se percibe en el ambiente algo poderoso” narra Esteban.
Y no hay que olvidar el Mercado Medieval que se levanta en Teruel con motivo de los festejos y que alberga alrededor de 250 puestos de lo más variopinto. Artesanía, comida, tabernas, ropa medieval e incluso calzado de época para los que quieren ir más allá. Además en las tabernas hay que pedir el maravilloso jamón de Teruel y embutidos con pan de pueblo, hidromiel, caldos aderezados con hierbas y mucha cerveza. Así da gusto.
El actor que hace de Don Diego pasa mucho tiempo “muerto”. Dentro del equipo tienen un código secreto por si el actor necesita algo tan simple como por ejemplo que le pique la nariz, necesite que le rasquen y además evitar que las cámaras de televisión se den cuenta.
En el cuarto libro del Decamerón se habla de la historia de los Amantes Girolamo y Salvestra, una historia exactamente igual a la de los Amantes de Teruel. De hecho, los nombres son anagramas de Marcilla y Segura. Mucha coincidencia, ¿no? Creemos que Teruel llegó primero.
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