La plaza de la Bombardera de Teruel será restaurada para permitir el acceso a la torre contigua a través de su arco de entrada original, lo que conllevará un rebaje del firme de hasta tres metros y medio. El pavimento actual se apoya en un relleno de escombros que cegó por completo la puerta del torreón del siglo XV, ahora restaurada y visible por completo, aunque solo por su cara interior.
La alcaldesa de Teruel, Emma Buj, que ha visitado este martes las obras de restauración de la torre de la Bombardera acompañada del teniente de alcalde y concejal de Infraestructuras, Juan Carlos Cruzado, ha anunciado que en cuanto finalicen los trabajos el Ayuntamiento afrontará las excavaciones arqueológicas de la plaza, paso previo imprescindible a su reforma.
La restauración del torreón de la Bombardera se completará en un mes y, a continuación, la torre y 50 metros del muro defensivo se incorporarán a la visita turística de las murallas, que actualmente comprende el lienzo situado entre la calle San Miguel y la Torre del Agua. El recorrido incluirá también la subida a la Bombardera para disfrutar de las vistas sobre la ciudad que ofrece este punto, a 25 metros sobre el nivel del suelo.
La alcaldesa ha manifestado la «decisión» del Ayuntamiento de reformar la plaza de la Bombardera, aunque ha advertido de que esta actuación no será fácil ni rápida. Deberá empezar con el estudio arqueológico del lugar para seguir con el proyecto de rehabilitación que rebajará el firme en varios metros para permitir que el acceso a la torre se lleve a cabo desde la plaza, como en sus orígenes.
El arquitecto autor del proyecto de restauración de la Bombardera, José Ángel Gil, ha explicado que la torre es la pieza «clave» del nuevo recorrido turístico por las murallas. Ha añadido que las vistas desde el remate «merecen la pena». El visitante podrá pasar por los tres forjados de madera de la bestorre –abierta en su cara interior–medieval. Las obras han tenido un coste de 333.000 euros aportados por el 1,5% cultural del Ministerio de Fomento y arrancaron en diciembre de 2018.
Por otro lado, la alcaldesa ha anunciado que antes de terminar 2019 se licitarán las obras de consolidación de la iglesia de San Miguel, en estado ruinoso. La intervención tiene un presupuesto de 1,2 millones de euros, financiados también con cargo al 1,5% cultural.
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