Cuando llega la hora de decidir a dónde ir de vacaciones los más pequeños de la casa tienen mucho que decir. Es importante que nuestro destino tenga también actividades donde los niños puedan disfrutar del viaje tanto como los adultos.
Desde la Asociación de los Pueblos más Bonitos de España ofrecen cinco destinos que enamoraran a los más pequeños con su oferta y hará que toda la familia disfrute de esos días de merecido descanso.
Albarracín (Aragón-Teruel)
Albarracín es la apuesta perfecta si buscamos aire libre, naturaleza, tranquilidad y un poco de magia. Además, para los más pequeños de la casa Albarracín nos oferta visitar su Museo de Juguetes, situado en una antigua casa.
En esta colección podemos encontrar juguetes, pero también multitud de objetos relacionados con la infancia, como cocinitas, trenes o juegos de construcción o también soldaditos de plomo y material escolar. Desde el museo nos ofrecen la opción de hacer un recorrido por una exposición de piezas del siglo XIX. Con esta opción los padres podrán de volver a ver y a tocar aquellas piezas con las que se divertían en la infancia y los más pequeños descubrir juegos nuevos.
Además de este museo Albarracín nos ofrece la opción de hacer caminatas en la naturaleza gracias a su sierra. Y para lo más pequeños está Sierra esconde un pequeño secreto, en una de sus cuevas vivió el dragón más original del mundo, el dragón goloso.
Esta criatura, a diferencia de sus hermanos más agresivos no comía humanos, sino que disfrutaba comiendo dulces. Aunque hay que tener cuidado, porque, aunque este dragón no es muy peligroso la Sierra de Albarracín esconde otro secreto. En sus árboles se esconden hombres lobos.
Si los dragones y hombres lobos os asustan, Albarracín tiene otra leyenda que os hará queréis ir a buscar a su protagonista. Durante el verano las calles de Albarracín tienen un visitante muy especial, la Princesa Doña Blanca. Esta joven princesa estaba camino al exilio cuando desaparición en el pueblo de Albarracín. Desde entonces durante los meses de verano se la puede ver atravesando los huertos y bañándose en el rio.
Albarracín es un lugar lleno de leyendas que hará volar la imaginación de los más pequeños de la casa. El lugar ideal si queréis buscar lo imposible.
Lastres (Asturias)
Este pequeño pueblo pesquero asturiano es un lugar de montes y palacios. Sin duda una de los grandes atractivos de Lastres es su puerto, en el cual podremos encontrar embarcaciones de recreo que nos permitirán pasar el día en el mar disfrutando de la belleza del Cantábrico. Aunque para los que no tengan muy claro lo de pasar el día en un barco siempre queda la tradicional playa, un espacio donde los niños podrán jugar y disfrutar del mar.
Para lo más aventureros Lastres ofrece un viaje al pasado, a 100 millones de años atrás en el tiempo. En el pueblo de Lastres podemos encontrar el Museo Jurásico de Asturias, en el que los pequeños podrán descubrir esa época histórica. Podrán contemplar los restos fósiles de aquellos enormes animales y dejarse asombrar por el tamaño de los dinosaurios a través de sus réplicas. Además, el Museo organiza talleres para que padre e hijos aprendan más sobre estás fascinantes criaturas.
Para los que se queden con ganas de saber más sobre estos animales está la “Costa de los Dinosaurios”, se les llama así a las playas que van desde Gijón hasta Ribadesella (Lastres incluido). Esta zona esta caracterizado por la abundancia de huellas y restos óseos de dinosaurios y otros reptiles jurásicos. A lo largo de este tramo de costa pueden visitarse nueve yacimientos de icnitas de dinosaurios.
El pueblo perfecto para visitar si tenemos en casa unos pequeños exploradores.
Laguardia (País Vasco – Álava)
La singular localidad de Laguardia ocupa un lugar privilegiado dentro de Rioja Alavesa. Es cuna de descubrimientos arqueológicos y se mantiene en sus calles el urbanismo típico de los pueblos medievales.
Laguardia ofrece gastronomía y opciones para cómodos paseos en familia por sus calles peatonales, además de una oferta cultural y lúdica muy apetecible.
Una de las opciones más interesantes para los más pequeños son sus cuevas subterráneas. La historia de estas cuevas data de hace cinco siglos. Unificada España en el siglo XVI Laguardia pierde su importancia como plaza militar y deja de ser escenario de confrontaciones guerreras. Se vive una época de paz, que supone un engrandecimiento y riqueza de la villa, gracias al comercio del vino y a familias importantes que se asientan en el solar Bonanza que se aprecia sobre todo en las nuevas construcciones de tipo palaciego. Las ‘cuevas’ o bodegas familiares, características de Laguardia son construidas a lo largo de este siglo.
Laguardia podría ser recorrida casi en su totalidad por los pasillos subterráneos que conforman estas bodegas. Cada casa posee en su subsuelo la bodega correspondiente, cuyas medidas no se relacionan proporcionalmente con las de la casa a la que pertenecen; así existen casas enormes con bodegas pequeñas y viceversa. Su función principal ha sido la de guardar y conservar el vino en las condiciones que este precisa, aunque en determinados momentos de la historia hayan podido ser utilizadas como refugios, o ‘cuarteles’ donde se conspiraba y se trazaban planos de guerra.
A día de hoy la única de estas cuevas que está abierta al público es la de la Casa Garcetas, pero durante la visita los pequeños se podrán hacer una idea de la historia de estos lugares.
Laguardia es el pueblo perfecto para conocer la historia escondida de España.
Peñíscola (Comunidad Valenciana – Castellón)
El idílico pueblo de Peñíscola, en la Comunidad Valenciana, combina sol, playa y alternativas de ocio familiares. Se trata de una ciudad medieval adentrada en el mar, presidida por su gran Castillo Templario. Peñíscola es una ciudad que no defrauda a nadie y ella encuentra su cobijo tanto el viajero que quiere disfrutar de largas jornadas de sol como el que desea pasear por una ciudad cargada de historia.
Los más pequeños disfrutarán del Castillo de Peñìscola donde encontró refugio Benedicto XIII, más conocido como “el Papa Luna” o el Antipapa, que pasó en esta fortaleza sus últimos años, defendiendo su convicción de ser el verdadero Papa de la Iglesia Católica hasta el momento de su muerte.
A los más pequeños les encantará también descubrir los 5 kilómetros del paseo marítimo desde el tren turístico, que ofrece rutas diurnas y nocturnas. Muy recomendadas son la Playa Norte (que cuenta con Certificados de Calidad ISO y AENOR, la Q de Calidad Turística y la Bandera Azul), o la Playa Sur, desde donde se imparten cursos de kayak para adultos y niños, hasta la tranquila Playa de las Viudas. En las playas de Peñíscola existen además zonas deportivas y lúdicas para niños, que incluyen instalaciones como una telaraña tridimensional, pirámides, unidades de vóley o campos de basket-playa.
Mojácar (Andalucía – Almería)
Almería esconde una joya de casitas blancas y ambiente calmado llamada Mojácar. Esta localidad de caminos estrechos, flores en los balcones y castillos de varias épocas tiene un encanto especial que la ha convertido en uno de los lugares más visitados de la región.
Mojácar ofrece una gran variedad de deportes acuáticos y todo tipo de actividades marítimas desde una de sus numerosas escuelas especializadas. Los niños podrán disfrutar de paseos por kayak y rutas en catamaranes o hidro pedales. También las hermosas playas nos ofrecen áreas de juego para los niños, señalización de peligros, zonas para niños en restaurantes, menús infantiles, y muy cerca encontramos el Parque Acuático, que promete entretener a los más pequeños durante horas con sus piscinas y toboganes.
Estas son algunas opciones para pasar el verano disfrutando en familia de alguno de los pueblos más bonitos de España. La opción ideal para desconectar a la vez que conocemos los rincones que esconden nuestro país.
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