La Asociación para la Recuperación de los Castillos Turolenses (ARCATUR) comprobó con “enorme satisfacción” la evolución de los trabajos de rehabilitación en el castillo de Valderrobres, cuyas almenas ya son visitables gracias al acondicionamiento del paseo de ronda. La puesta en valor del patrimonio de la capital del Matarraña ha desencadenado que durante toda una década la población no haya dejado de crecer en habitantes, lo que anima a la agrupación de amigos de las fortalezas del territorio a insistir a la Administración para que facilite financiación para restaurarlas, atraer más turismo y generar riqueza y empleo en los municipios.
El año pasado, los castillos de la provincia registraron 132.000 visitas, de las que 34.000 se dieron en la imponente fortaleza de Valderrobres del siglo XIV. La localidad quiere dar un salto más con la restauración que acomete por fases hasta finales de 2021 y que ya está dando alegrías a los amantes del patrimonio.
Durante el Día de los Castillos de Aragón, representantes de ARCATUR y de municipios con fortalezas subieron a la nueva zona visitable del castillo de Valderrobres, desde la que se ofrece “una vista de 360 grados” no sólo a la localidad, sino a buena parte de la comarca.
“Es una enorme satisfacción”, valoraba el presidente de ARCATUR, Rubén Sáez, quien recordó la “carrera de fondo y pelea que llevamos desde hace muchos años para que se intervenga y las instituciones tomen conciencia de que es fundamental un FITE de castillos”.
“Hablamos mucho de despoblación y que el patrimonio puede ser un recurso turístico, pero si verdaderamente queremos que esta provincia los tenga tenemos que apostar por los castillos porque” son los elementos de atracción “más importantes después de los bienes religiosos”.
La promoción de las nueve fortalezas que registran entradas en la provincia ha elevado la cifra de visitantes de los 102.000 de 2016 a los 132.000 del año pasado, prácticamente un 30% en dos años. A la cabeza está Mora de Rubielos con 39.000 entradas, seguida de Valderrobres con 34.000, Peracense con 22.000, Alcañiz con 14.000, Albarracín y la muralla de Teruel con 9.000. Alcalá de la Selva, Albalate del Arzobispo y Puertomingalvo completan la terna.
Sáez destacó el caso de Peracense, “paradigmático porque hay que ir a ver ex profeso el castillo” al no estar en el núcleo urbano de este pequeño pueblo de 80 personas. “Es el principal recurso turístico del Jiloca”, algo “singular teniendo en cuenta que hay muy pocos habitantes”, por lo que es “un revulsivo que consigue mantener la localidad” mediante servicios turísticos.
Jornada reivindicativa
“Si con inversiones prácticamente cero se están dando estas cifras, ¿qué sucedería si de verdad se invirtiera?”, se preguntó el responsable.
Sáez dijo que el Día de los Castillos de Teruel es una jornada de encuentro pero también “reivindicativa” sobre “la importancia de este patrimonio”.
Cada año se celebra en una localidad y en su quinta edición le ha tocado a Valderrobres. Antes fueron anfitrionas Mora de Rubielos, Peracense, Alfambra y Mirambel. Todas ellas con un denominador común, pues en todas se reclamó financiación para restaurar los castillos o, al menos, para diseñar un plan director con el que optar a vías de financiación que “puede costar 15.000 euros”, una cifra inasumible para los municipios más pequeños.
“Es importante que las instituciones subvencionen este tipo de planes directores”, dijo Sáez, quien no obstante reconoció avances. “El Gobierno de Aragón, la pasada legislatura, ayudó en la financiación de varios” que ha permitido que los ayuntamientos o las fundaciones gestoras pidan fondos para la rehabilitación al FITE o al 1,5% Cultural, entre otros.
Es el caso de Valderrobres, que ha conseguido fondos Fite y medio millón del 1,5% Cultural para acometer la ansiada recuperación de su castillo, valorada en un millón de euros con el que la Fundación Valderrobres Patrimonial pretende incrementar las visitas anuales y seguir generando riqueza para ganar población.
“Se crea trabajo en restaurantes y bares para comer, y casas de turismo rural y hoteles para dormir”, explicó el presidente de la Fundación, Manuel Siurana.
Además, “a través del Museo explicamos al visitante que hay otras muchísimas cosas que ver en el Matarraña”, como “los atractivos naturales del Parrizal y El Salt, que son magníficos”, o “pueblos como La Fresneda, Cretas o Peñarroya de Tastavins”. La comarca “da para pasar no un fin de semana, sino una semana”, destacó Siurana, lo cual “crea riqueza y economía directa”.
Con la entrada de 10 euros que el turista paga por visitar el conjunto de la iglesia de Santa María la Mayor y el castillo, la fundación recupera patrimonio, un esfuerzo que revierte en que “la gente se asiente y que Valderrobres pueda seguir aumentado población como en los últimos 10 años”, destacó el responsable.
De urgencia
Algunos castillos de la provincia necesitan “una restauración de urgencia, una consolidación porque algún muro puede caerse de aquí a una semana”, alertó Sáez.
“En Huesa del Común, en los 60, había una torre de 15 metros que ahora ya no está. Es lo que suele ocurrir. De un año para otro visitas el mismo castillo y falta algún trozo”, lamentó el presidente de ARCATUR, quien aseguró que “no hay un castillo en el que esté todo el trabajo hecho” e instó también a hacer catas arqueológicas, “completar información y ofrecer un contenido atractivo para el público”.
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