El curso Artes Escénicas: Música, Danza y Teatro, que concluye en Albarracín, está dirigido por Ricardo Gassent, académico de la Academia de las Artes Escénicas de España. Tras diez días y como colofón al curso de la Fundación Santa María de Albarracín, mañana y el sábado a las 22 horas se ofrecerán dos actividades abiertas al público.
-¿En qué consisten estas actividades que se harán en Albarracín este fin de semana?
-Son el objetivo final del curso. Toda la formación que hacemos está pensada para presentarlas en público en dos actos diferentes. Uno de ellos es un paseo nocturno por Albarracín donde todas las disciplinas, música, danza y teatro, que son las que estamos trabajando, invaden la ciudad. Habrá una trama dramática que irá guiando ese paseo por sitios muy interesantes que nos inspiran y para realzar los lugares maravillosos que tiene Albarracín.
-El concierto del sábado, ¿cómo se va a desarrollar?
-Es una actuación formal siguiendo un hilo conductor en el se mostrarán las coreografías realizadas por los cuatro grupos participantes en esta edición. Este año tenemos 43 alumnos desde niños a adultos, son gente que viene de distintos puntos de España, que planifica sus vacaciones para venir a participar en este curso. El concierto será en la iglesia-auditorio Santa María de Albarracín, un sitio al que le sacamos partido de la manera más atractiva posible.
-Durante el tiempo que han estado preparando el itinerario que se hará mañana por la noche, ¿qué han tenido en cuenta?
-Llevamos ocho años haciendo el curso, conocemos Albarracín y sabemos los sitios por los que podemos ir. Montamos una serie de músicas y coreografías que se adaptan a los sitios por donde pasamos.
Tipo de música
-¿Qué tipo de música se va a poder escuchar?
-Variada desde el Barroco a música contemporánea. Temas conocidos y otros interpretados solo con el piano. Habrá también distintas agrupaciones musicales. Será toda la música en directo, incluso también en una de las coreografías con el Concierto para dos Violines, de Juan Sebastian Bach, que se tocará en directo mientras los alumnos hacen la coreografía.
-¿De dónde han venido los participantes en esta edición?
-Ha venido gente del País Vasco, de Castilla León, de Andalucía, de Valencia y también de Aragón y Galicia.
-De este curso llama la atención que tiene el patrocinio de un filántropo, en este caso Luis Martínez Arroyo, ¿qué supone este apoyo?
-Es importantísimo, porque es un apasionado de la música, de las artes y de la educación. Es una persona muy comprometida con las artes y con los alumnos, para desarrollar su sensibilidad y su cultura. El problema de un curso de once días como este, a pensión completa y un profesorado como el que tenemos es más asequible gracias a este patrocinio, porque si no habría familias que no se lo podrían permitir y es uno de los cursos más baratos que se puede encontrar en toda España de estas características. En otros sitios pagan casi 6.000 euros por doce días mientras que aquí están por menos de 700 euros y los profesores somos los mismos.
-Los participantes tienen desde 9 años, pero ¿por qué este año se ha decidido abrirlo también a la participación de adultos?
-Porque nos lo demandaban las familias. Muchos son matrimonios que se planifican las vacaciones para venir. Son músicos amateur, que aman la música y encuentran aquí un entorno natural y cultural increíble y quedan encantadísimos.
-Este año también colabora la Academia de las Artes Escénicas de España. ¿Cómo apoya la institución a este curso?
-Colabora con su sello por primera vez porque soy académico desde 2019 y es un reconocimiento a la trayectoria y a la calidad con la que se realiza en el curso. Se apoya el proyecto, la trayectoria, el trabajo que se está haciendo y la consolidación en el tiempo. Se valoran los objetivos que tenemos, porque hacemos los conciertos pero para ello se han formado durante diez días, y también durante este tiempo están sin móvil.
-¿Llevan bien estar sin móvil?
-El primer día se enfadan y algunos padres tampoco lo comprenden, pero luego es un balneario para estar sin móvil y están contentos de disfrutar de la naturaleza, de poder trabajar en un proyecto que desarrolla la creatividad y tener que ponerlo en escena es lo que les da el impulso que canalizan en un foco. Esto también es lo que valoran en la Academia. Tocar un instrumento está bien pero hay que saber hacerlo en compañía de otros.
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