Valderrobres ya tiene todo lo necesario para que el proyecto de restauración del castillo fluya como la seda. La Comisión provincial de Patrimonio de Teruel ha dado su visto bueno definitivo al proyecto de rehabilitación de esta fortaleza medieval convertida en palacio arzobispal en el siglo XIV.
El beneplácito de la Comisión provincial al proyecto redactado por el arquitecto Luis Moreno es condición indispensable para que la subvención del 50% concedida de manera provisional por el ministerio de Fomento al Ayuntamiento de Valderrobres para la restauración de su castillo se torne en definitiva.
Valderrobres presentó una propuesta de recuperación valorada en 982.004 euros, por lo que podría recibir hasta 491.000 euros de fondos públicos del Estado procedentes de la partida del 1,5% Cultural. Aparte, las obras se financiarán con distintas aportaciones de entidades culturales y con fondos propios de la Fundación Valderrobres Patrimonial, promotora de la iniciativa junto con el Ayuntamiento.
El director de la Fundación , Manuel Siurana, confirmó esta semana que la Comisión de Patrimonio de teruel se había mostrado de acuerdo con la última propuesta presentada por el arquitecto redactor, que terminó introduciendo cambios al proyecto inicial para adaptar las obras a los requisitos exigidos por el organismo autonómico. Tanto Moreno como Siurana defendieron el pasado día 31 de julio algunas de las soluciones que han introducido en el proyecto.
Ahora, sin trabas de ningún tipo por delante, el Ayuntamiento de Valderrobres ya puede presentar el proyecto modificado al ministerio de Fomento para que emita la resolución definitiva y la obra pueda continuar con su tercera, cuarta y quinta fases, que afecta a la zona de las despensas, al ala sureste de la fortaleza, a las fachadas y a los muros del edificio.
La primera y segunda ya están casi ejecutadas por completo. Hace un año que la Comisión provincial de Patrimonio autorizó estas dos primeras partes.
Reforma del proyecto
Sobre la modificación introducida al proyecto el director de la Fundación hizo hincapié en que ha habido “entendimiento” por ambas partes. “Nosotros nos hemos adaptado a lo que la Comisión de Patrimonio nos pedía y la Comisión ha entendido algunas de las propuestas que planteábamos”.
En este sentido, Siurana comentó que “hemos podido justificar lo que pretendemos hacer en el ala sureste con los forjados de la segunda planta y en concreto sobre dónde tenían que ir los apoyos del forjado a nuestro modo de ver”.
El ala sureste del castillo es la zona donde se encontraban las bodegas del castillo, la cámara dorada y la sala de los leones. Allí había un cielo raso.
“En la cubierta de la primera planta no se nos había puesto ninguna pega, mientras que en la cubierta de la segunda planta es donde ha habido alguna diferencia de criterio, pero finalmente se ha entendido que la mejor y más acorde con el edificio era la que nuestro arquitecto proponía. Patrimonio nos ha autorizado a cambio de que se mantengan los vestigios y huecos que quedaban en las paredes, y así lo haremos”, dijo.
Igualmente de controvertida era lo referente a la cubierta de esta zona, porque no teníamos la certeza de cómo era en origen, así que “se ha optado por la opción menos agresiva desde un punto de vista visual”. El tejado se colocará con una cubierta en una parte a una vertiente y en otra a doble vertiente y menos altura. “Se usarán tejas viejas para que en su conjunto sea acorde al tipo de tejados que tenemos en el casco antiguo de Valderrobres”.
Igualmente, la Fundación Valderrobres Patrimonial se ha comprometido a mantener todos los vestigios arqueológicos existentes. “Los huecos de las paredes se mantendrán intactos, e incluso los aprovecharemos para explicarles a la gente que visite el castillo para qué sirvieron y qué funciones tuvieron”, comentó el director de la Fundación. Estos huecos fueron, en su mayor parte, apoyos de vigas que en diferentes épocas históricas se colocaron para distintos usos.
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