El mes de julio es sinónimo de visitantes en la ciudad de Teruel. Hace apenas una semana miles de curiosos llegaban a la ciudad dispuestos a introducirse en la cultura local disfrutando del gran ambiente festivo tiñendo sus vestimentas con vino tinto. Una vez comenzada la segunda quincena de julio, tras dejar el jolgorio atrás, los turistas llegan a la ciudad con la intención de descubrir algunos de sus principales tesoros en escapadas rápidas y muy bien organizadas. El Torico, el Mausoleo de los Amantes, las Torres Mudéjares o Dinópolis son las paradas obligatorias en la lista de la gran mayoría. Sin embargo, casi todos quedan embaucados con la belleza intrínseca de una capital de provincia, que desde la pandemia aglutina cada vez a más turistas en las fechas estivales.
Desde primera hora de la mañana, las principales calles de la ciudad recibían con los brazos abiertos a los diferentes grupos de visitantes que llegan desde distintos puntos de la geografía nacional. Desde Tarragona partió hace cuatro días la expedición de Carmen y Fran. Su viaje de tres días por toda la provincia concluyó el domingo en la capital, tras disfrutar de Albarracín y sus alrededores. Nada más llegar la pareja catalana quedó sorprendida con la gran actividad de la ciudad: “Nos ha sorprendido la cantidad de vida que tiene esta ciudad. Hay mucho turismo y a todo el que preguntamos nos dice que está de vacaciones”.
Su primera parada, antes de siquiera comenzar a deambular por la ciudad bajo la abrasadora calina de la jornada del domingo, fue “sin duda” la Plaza del Torico. “Nos esperábamos una plaza mucho más pequeña y un Torico mucho más grande”.
No obstante, los turistas se iban repartiendo por los diferentes puntos de interés a medida que iban llegando. Marta y Javier, una joven pareja de valencianos también concluyeron su ruta de varios días por los diferentes pueblos turolenses en la ciudad de los Amantes. En sus primeros minutos por el centro decidieron dar un paseo por la Plaza de la Catedral, aunque durante la jornada estaban dispuestos a no dejarse ni un rincón de la ciudad por descubrir, ya que era su primera vez en Teruel y les “encanta descubrir nuevos lugares”. La cercanía para llegar a todos los puntos de interés y las estrechas callejuelas hasta llegar al centro de la ciudad fue lo que más les gustó en la primera fase de su estancia. No obstante, descubrir la historia de los Amantes de Teruel estaba reservado como el plato fuerte de su visita.
Amantes por todo el mundo
Al igual que la pareja de valencianos, cientos de visitantes acudieron a visitar el Mausoleo de los Amantes. A pesar de que las cifras de visitas, por el momento, son menores a las de años pasados, las expectativas son muy positivas en referencia a la segunda quincena de julio que acaba de comenzar, pero sobre todo al mes de agosto. Patricia García, responsable de la Fundación Mausoleo de los Amantes, confía en que “la temporada va a ser positiva”. Además, desde la entidad aseguran que se está produciendo un cambio de tendencia en el tipo de turista que llega a uno de los principales enclaves turísticos de la ciudad. “Más allá del turista nacional, particular que llega con su familia, cada vez son más los visitantes de dentro de la provincia que se desplazan hasta Teruel y sobre todo este año hemos visto mucha más gente de fuera del país en proporción al pasado año”, aclaró García.
Desde Brighton, en el Reino Unido, viajó Caroline junto a su hermana y su prima para visitar a un miembro de su familia que habita en la ciudad. Por ese motivo, las tres mujeres inglesas ya conocían ciertos detalles de la localidad aragonesa. Sin embargo, todas coincidieron en que si algo las cautivó de Teruel fue “la mezcla de culturas con el Islam”. Su estancia en la ciudad solo duró un día debido a que tenían el hotel en Zaragoza. No obstante, para la próxima vez reconocieron que alargarán su paso por Teruel para “terminar de conocer todos sus tesoros arquitectónicos”.
Descubrir el Arte Mudéjar
Muchos son los turistas que durante su paso por Teruel quedan alucinados con la arquitectura mudéjar de la ciudad. Este tipo de arte supone, según el propietario de una tienda de obsequios situada en el centro de la ciudad, “un añadido a los principales reclamos que tiene la ciudad”. Precisamente, Jaime, padre de dos hijos procedente de Madrid, definió su viaje de dos días a la capital turolense como “un viaje arquitectónico y de ciudad pequeña”. El primer día de su familia en Teruel estuvo marcado por la visita a las diferentes torres de la ciudad. Los más pequeños disfrutaron contando los escalones de la impetuosa torre de San Salvador instantes antes de comenzar su recorrido por los principales reclamos de la ciudad a bordo del tren turístico.
La ola de calor se deja notar
El abrasador sol se dejó notar desde primera hora de la mañana en la capital turolense. Solo los más valientes fueron capaces de completar el extenso recorrido de un tren turístico al que la ola de calor también le está afectando. “Hasta que el sol no empieza a caer prácticamente no hacemos ni un viaje al completo”, confesó uno de los responsables de la atracción turística por excelencia, que realiza un viaje cada hora desde la Plaza del Torico. Su recorrido por toda la ciudad pretende “diversificar” a todos los visitantes que llegan para que “no todos queden concentrados en los principales reclamos turísticos”. Sin embargo, el perfil de usuario más común es el mismo que visita Dinópolis, otro de los grandes referentes turísticos de la ciudad.
Visitas cortas, pero no de paso
Familias con hijos pequeños suelen pasar más de un día en la ciudad para poder dedicar uno de ellos a conocer los rincones ocultos de la ciudad de Los Amantes. La segunda jornada casi siempre se dedica a que los más jóvenes disfruten viajando al pasado y paseando entre réplicas de dinosaurios de todo tipo. Jaime, su mujer y sus dos hijos optaron por esa alternativa. El perfil de visitante familiar opta cada vez más por realizar estancias cortas, de uno o dos días, en la ciudad. Sin embargo, las visitas “de paso” se han visto notablemente reducidas según los datos recogidos por la Fundación Mausoleo de los Amantes. “La subida de los combustibles y toda la situación que se vive en la actualidad ha afectado de manera directa. Ahora también hemos visto que viene mucha gente entre semana. Es algo que estamos observando desde el mes de marzo”, aseguró Patricia García.
Una ciudad muy diferente
La media de edad de los visitantes, cercana a los 50 años, provoca que muchos de ellos ya hayan estado en Teruel anteriormente. Sin embargo, la capacidad que tiene la capital turolense para transformarse dependiendo de la época del año en la que se encuentra genera que los turistas queden sorprendidos cada vez que regresan. Mari Carmen es de Granada pero reside en un pueblo de Barcelona. Teruel fue el punto de encuentro con su hermano, que reside en la ciudad de la Alhambra. A pesar de que era su tercera vez en la ciudad de los Amantes, la visitante andaluza no recordaba prácticamente nada de la ciudad tal y como la vio durante la jornada del domingo: “La primera vez que vine tenía unos quince años y todavía circulaban coches por la Plaza del Torico; la segunda vez nos encontramos por casualidad con los Medievales; y ahora es la tercera ocasión que estamos aquí y estoy maravillada con cosas que todavía no había visto”.
La ciudad de Teruel es polifacética y acogedora a partes iguales. Cada vez son más los visitantes que se dan cuenta de ello y los negocios dependientes del turismo comienzan a frotarse las manos con la llegada de las que están llamadas a ser las mejores semanas del año. Tras el fervor de la Vaquilla, llega el desembarco de turistas. Ahora únicamente queda esperar a que el sofocante calor de tregua para que las calles de la ciudad puedan dar la bienvenida que se merecen a los miles de viajeros cautivados por los tesoros turolenses.
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