La sexta Copa del Rey ya está camino de la vitrina del pabellón de Los Planos. Ayer, el CV Teruel se alzó como nuevo campeón de la Copa del Rey de Voleibol tras derrotar en un agónico y disputado partido a Unicaja Costa de Almería en un encuentro que se decidió en el desempate por 2-3 con parciales de 26-24, 25-20, 20-25, 25-20 y 13-15.
Arropado por el bramido de más de casi un par de centenares de gargantas cubiertas con bufandas naranjas, el CV Teruel saltó a la pista del pabellón de Son Moix en busca de su sexta Copa del Rey.
Ni el técnico del conjunto turolense, Miguel Rivera, ni el del combinado andaluz, Manuel Berenguel, se guardaron nada y alinearon de inicio a sus pesos pesados. En las filas turolenses incluso se incorporó el central holandés Fabian Plak, que el sábado no pudo jugar por unas molestias en una pierna.
El primer punto, con error de saque de Almansa, dejaba claro que Unicaja estaba dispuesto a asumir riesgos para tratar de desarmar a los turolenses.
Teruel comenzó dominando el luminoso gracias a las combinaciones entre el colocador brasileño Pedro Jukoski y el central europeo, inapelable en el centro de la pista. Sin embargo, los almerienses no bajaron el nivel defensivo y lograron mantener la igualdad. Incluso se tomó hasta dos de efímera ventaja el equipo andaluz (7-5) que el CV Teruel calmó en seguida. En el lado turolense, la recepción funcionó a buen nivel, permitiendo que el setter organizase el ataque confiando, sobre todo, en sus referencias Plak y Gavenda.
En frente, Almansa volvía a ser el faro de su equipo, que mantenía la ventaja de dos puntos hasta mediado el primer juego ante un Teruel que empezó a no encontrarse tan cómodo como le habría gustado.
Los dos equipos se conocen a la perfección y los partidos en los que se enfrentan no suelen arrojar grandes sorpresas. Y ayer fue un claro ejemplo del concienzudo estudio al que se tienen sometidos unos a otros.
Jukoski confió en el capitán como puntal anotador en el ecuador del juego. El veterano jugador venezolano es un seguro en el juego naranja, con un brazo armado y una cabeza fría, resulta letal en los compases más tensos del juego.
La primera manga entró en un intercambio de golpes que alternaba los puntos de uno y otro lado del marcador manteniendo la paridad en el resultado (16-16). Pero un error en ataque del conjunto turolense y un remate de Almansa devolvieron la ventaja a Unicaja, que se acercaba a los veintes por delante. Luego, la zurda de Gavenda devolvió la paridad en las cuentas. El remate del eslovaco es un cañón cuando el colocador le deja la responsabilidad del disparo.
Rivera apostó por la solidez de Dani Ruiz en la recepción e incluso por César Martín al saque, mientras Berenguel no movía su banquillo. Y Gavenda, de nuevo, adelantó a los suyos llevando el marcador a 21-22 en un momento peligroso para los andaluces, que veían cómo un set que empezaron dominando se les escapaba como el agua en una cesta. Para parar la racha naranja, el técnico andaluz llamó a los suyos a un tiempo técnico, pero fue estéril porque un bloqueo de Plak llevaba a Teruel hasta el punto 23, con dos de ventaja. Fue Víctor Rodríguez, con un remate en zona 4, el que puso el primer set ball para Teruel (23-24) en un remate al que el líbero verde no llegó.
De nuevo, Berenguel calmó a los suyos en la banda, mientras Rivera apostaba por el saque de Jordi Ramón para buscar el punto definitivo. Pero el remate de Almansa se estrellaba en el bloqueo para forzar el blockout e igualar a 24. Pero Gavenda, primero, y un error de Hage después le daban el primer parcial al CV Teruel (24-26).
Lejos de hundirse tras ceder el primer parcial, Unicaja salió con más mordiente todavía a por el segundo juego logrando sumar los cuatro primeros puntos de la manga. Solo un saque en largo de Almansa cortó la racha de cuatro puntos consecutivos de los andaluces.
El emparejamiento de la torre de ébano, Pascal, con el eslovaco Gavenda frenó al opuesto naranja. Con el cambio de la rotación ahorradora el eslovaco se encontró con el cielo expedito para anotar ante la tímida oposición de Hage. El opuesto mostraba un semblante serio. No estaba dispuesto a hacer concesiones.
La falta de consistencia de Unicaja permitió a los aragoneses tomarse dos puntos de ventaja (7-9) tras haber disfrutado de cuatro de ventaja, lo que obligó a Berenguel a convocar a los suyos en un tiempo muerto.
Los centrales ahorradores se dedicaron a perseguir al opuesto naranja y eso permitió a Unicaja volver a igualar el resultado a diez puntos. Pero Teruel tenía otras opciones, y Bugallo se reivindicó como una atalaya naranja anotando en el centro de la malla. El defensor del título buscaba a Víctor con su saque, y Kukartsev le clavaba un ace a los pies del receptor poniendo por delante de nuevo a Unicaja (14-13).
La presión empezó a pesarle a Unicaja, sabedor de que su bestia negra (naranja, en realidad) se mostraba sólida y sin fisuras, y empezaron a llegar los errores no forzados, primero de Hage al saque y, después, de Kukartsev en un remate que dieron una ventaja de dos puntos (16-18).
Sin embargo, Kukartsev y Almansa asumieron su rol de revulsivo dentro de su equipo y lograron darle la vuelta al marcador con un parcial de cuatro puntos (20-18). De repente, las dudas y la ventaja se cambiaron de pista y con el 22-19 era Teruel el que temía por el resultado.
Con Gavenda neutralizado por Hage, Jukoski apostó por pasar bolas rápidas a Bugallo para acortar distancias, pero fue en vano, porque un saque de Iribarne igualaba los marcadores dándole la segunda manga a Unicaja por 25-20.
La igualdad y las alternativas regresaron a Son Moix con el arranque del tercer juego, con un constante intercambio de puntos en busca de alguna debilidad del rival. En esta fase del encuentro brilló el gallego Bugallo, inmenso en la red frenando a Pascal e imparable cuando Jukoski le sirve bolas rápidas y bajas, inapelables para los defensores contrarios. Teruel se cobró algo de ventaja (6-9) pero dos acciones de Almansa, que de nuevo se convirtió en el corazón de su equipo, devolvió a Unicaja a la pomada.
Teruel empezó a arriesgar en el saque para tratar de desordenar la recepción ahorradora, aún a costa de sumar algunos errores que le penalizaron en el tanteo.
El tercero fue un set de rallies muy largos, fruto de la intensidad con la que se jugaba en Palma de Mallorca por el segundo título del año. Y en estos intercambios de ataques era el CV Teruel el que se llevaba el gato al agua con más asiduidad. Una finta de Jukoski daba tres puntos de delantera a los suyos (11-14).
Con Unicaja de nuevo a un solo punto (16-17), ahora era Rivera el que paraba el partido.Pero no fue hasta algunos después cuando, con dos grandes bloqueos, los del Torico recuperaron el aliento de los dos puntos de distancia. Plak anotó el punto 24 y un nuevo error de Hage permitía a Teruel sumar su segundo set. A Unicaja se le empezaban a agotar las opciones y solo podía ganar el juego si quería mantener vivas las opciones de la levantar la Copa.
De nuevo la igualdad fue constante en los primeros compases del cuarto set, aunque no tardaron los andaluces en adelantarse en el luminoso (8-5) con Almansa y el central americano Amado como protagonistas.
La ventaja se amplió hasta los cuatro puntos en el ecuador del juego (12-7) con el CV Teruel más espeso de todo el encuentro y un Unicaja exultante. Ni siquiera el tiempo pedido por Rivera sirvió para rebajar esa diferencia. Más al contrario, Almansa y Kukartsev ampliaron la diferencia a ocho.
En uno de los momentos más enrevesados del encuentro, los aciertos y los errores se sucedían sobre la pista mientras el CV Teruel se esforzaba para rebajar la desventaja, aunque en el intercambio de puntos Unicaja se acercaba al tie break.
Teruel se hacía pequeño ante un Unicaja crecido que se acercaba con peligro al último punto (22-17), aunque el equipo de Miguel Rivera no bajó los brazos con Gavenda como principal argumento en ataque. También cumplió César Martín que saltó a la pista para sacar, y sacó de la pista de a sus rivales en dos puntos. Aunque Iribarne anotó el peligroso punto 24 para Unicaja.
Gavenda salvó el primero ante Hage, pero no aguantó más y el cuarto set cayó del lado andaluz, de nuevo por 25-20. El partido se tendría que resolver en un mini-set de desempate.
Tras las últimas instrucciones en ambos banquillos, fue el capitán Ereu el que abrió el marcador del tie break. Después, auxiliado por la torre Plak, el venezolano paró un remate del opuesto rival subiendo el 1-3. A pesar de los esfuerzos de Hage, Gavenda le ganaba la partida en un tenso último set. Y Víctor Rodríguez se aupaba como alternativa en la otra punta de la red, aprovechando los huecos que dejaba la defensa en su intento de tapar al opuesto.
En esta ocasión, el intercambio de puntos tenía como favoritos a los turolenses, que podían mantener su mínima ventaja mientras el encuentro se acercaba a su fin. Hasta que Hage, protagonista negativo en el juego andaluz, sacó fuera para dar dos de ventaja a Teruel (11-13) y Kukartsev remató forzado lejos de la raya para que Teruel disfrutase de cuatro bolas de Copa.
Un blockout naranja a un remate del opuesto permitió a Unicaja salvar el primero, y un error de Gavenda, el segundo. Pero al final, un bloqueo de Pablo Bugallo le dio al CV Teruel su sexta Copa del Rey.
El central gallego, con los brazos en alto, se abrazó con los seguidores que este fin de semana hicieron del Son Moix una sucursal del pabellón de Los Planos.
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