Una sala del Museo del Juguete tiene un espacio dedicado a la temática viajera

Hacer turismo es uno de los placeres de la sociedad actual, pero su historia es relativamente reciente. Ahora que están de moda los influencers de viajes quedan un poco lejos las postales que se mandaban manuscritas o incluso los folletos, vigentes hasta hace no mucho, pero que parecen prehistóricos en el tiempo de los QR.

Todos esos objetos son los que se muestran en las diferentes salas que el Museo del Turismo tiene dispersas por todo el mundo y entre las que hay una en Albarracín. Se trata de uno de los espacios del Museo del Juguete, ubicado en el barrio del Arrabal de Albarracín, donde se exhiben diferentes objetos vinculados a la promoción del territorio.

Ahora muchos de esos folletos así como otros materiales promocionales, como postales, pegatinas, marcalibros o cámaras de fotografiar antiguas, que es el accesorio más típico de todo  turista que se precie, se exponen en un total de 65 salas repartidas por diferentes lugares del mundo, como España, Moscú, Japón, India, Portugal o Italia, entre otros.

El padre de esta iniciativa es Alberto Bosque, que explica que surgió a raíz de su interés por el coleccionismo. “Tiene una parte física, pequeños espacios que pueden ser simplemente vitrinas o paredes con carteles turísticos”, explica, para añadir que la otra pata del proyecto es la página web y la interacción a través de las redes sociales, que están traducidas a 14 idiomas.

El objetivo no es otro, detalla, que “divulgar la historia del sector y honrar a las personas que  lo impulsaron en sus orígenes” y que en muchos casos son grandes desconocidos, y cita a modo de ejemplo a Luis Fernández Fuster, padre de la educación sobre el turismo en España y que es natural de Biescas, en Huesca.

La mayor parte de ellas se ubican en prestigiosos hoteles, aunque también hay otras en museos –como la de Albarracín– oficinas de turismo (concretamente en Segovia), cafés, Institutos (Palencia) o en la Universidad de Cáceres. Hay a su vez una en el Tablao Flamenco Zambra María la Canastera de Granada. Bosque explica al respecto que se ubican en espacios de todo tipo, desde lujosos hoteles hasta recolectas cafeterías.

“Viajar instruye y educa”, lo dijo Enrique Tierno Galván en el año 1981, en un bando realizado para declarar la Semana Tuíristca Madrileña entre el 6 y el 15 de febrero para fomentar la llegada de visitantes e instalar a sus habitantes a la hospitalidad.

Una de las salas más curiosas es la que está en el Hotel Zentral Parque de Valladolid, que está dedicada a la figura de Benigno de la Vega-Inclán, que fue uno de los impulsores del turismo en  España. La mayor parte de los hoteles incluyen folletos y objetos relacionados con el turismo en la ciudad en la que se ubican, como las salas de Granada, Sevilla, Salamanca o Gijón, donde se muestra el desarrollo turístico en Asturias.

Valladolid

También hay algunas un tanto diferentes como la de Viajes Eroski en Vallsur, Valladolid, que está dedicada a la historia de la agencia mayorista y minorista y contiene además objetos de todo tipo relacionados con la historia del sector. Otra de las más peculiares está también en Valladolid, en el Gastrobar El Comandante, donde se exponen carteles de promoción turística en España de todo el siglo XX.

En lo que respecta a la sala del Museo del Juguete de Albarracín incluye diferentes objetos entre los que destaca nos prismáticos de 1900 o el típico baturro montado en burro que se vendía como souvenir en muchos puntos de Aragón en los años 60.

También aglutina varios folletos y la Cartilla Turolense dedicada a la Comunidad de Albarracín, además del libro de Víctor Lacambra  Viajes y viajeros por la Sierra de Albarracín, donde habla de esos primeros turistas. A su vez hay juguetes inspirados en medios de transportes como el coche, el tren, el autobús o el tranvía.

Noticia: Diario de Teruel