El Grupo Gargallo tiene un proyecto para la reconversión del antiguo convento de las Dominicas de Albarracín en un hotel de cuatro estrellas superior. El proyecto está sobre la mesa desde hace algunos años, pero los trámites con los linderos y la pandemia han hecho que todavía no se han iniciado las obras, previstas para principios del año que viene.
El planteamiento empresarial es contar con unas 60 habitaciones así como spa y espacios deportivos en los alrededor de 10.000 metros cuadrados que tiene el complejo. En él también han proyectado un restaurante “de élite, de muy alta gama”, dice Adolfo Ibáñez, que es el director regional del Grupo Hotelero Gargallo.
La inversión que habrá que acometer para realizar esta remodelación supera los 12 molones de euros y el plazo para acometer las obras lo desconocen, aunque Ibáñez recalca que se tratará de una actuación complicada porque es un edificio patrimonial en el que muchas de las estancias se mantendrán y adecuarán a los nuevos usos.
El primer cuatro estrellas
La plantilla que necesitarán para atender al hotel de cuatro estrellas superior será de entre 40 y 45 personas. En el complejo también dispondrán de espacios para alojar al personal y, según reconoce el responsable del Grupo en Aragón, ahora están estudiando dónde ubicar esas estancias. En la ciudad no hay actualmente ningún hotel de cuatro estrellas.
El Grupo Gargallo ya gestiona un hotel en la ciudad desde hace varias décadas, el Hotel Albarracín, que lo tiene en explotación y el contrato concluye en unos cinco años.
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