Álvaro Martínez Lahoz tiene 21 años y es de Villarquemado. Está a punto de acabar el grado de Enfermería –solo le falta el Trabajo de Fin de Grado (TFG)– pero la crisis sanitaria mundial ha propiciado que ya esté empleado como enfermero en la residencia de Gea de Albarracín, aunque en el contrato figura que debe estar supervisado en todo momento por personal titulado y colegiado.
-El coronavirus ha hecho que terminara la carrera antes de tiempo, ¿no es así?
-No, seguimos siendo estudiantes porque la Universidad no ha cambiado el calendario académico y solo nos queda el TFG por presentar.
-Pero sí les han posibilitado trabajar, ¿no es así?
-Sí, aunque nos han puesto una serie de requisitos, como superar los 200 créditos, que son todas las asignaturas a falta del TFG. En el contrato pone que nos supervisa una enfermera titulada y colegiada, sería como estar en prácticas, bajo su tutela. Es una situación excepcional derivada del momento que estamos viendo
-¿Hasta cuándo pueden presentar el TFG?
-Nuestra fecha era el 27 de mayo, que de momento se mantiene, pero no va a ser como en años anteriores, que era con un tribunal presencial, este año va a variar un poco.
-¿Cuál hubiera sido el procedimiento habitual?
-Tu acabas la carrera, con el TFG hecho, te colegias y entras en una bolsa de la que te van llamando.
-Ahora se han saltado el paso del TFG y han entrado directamente en la bolsa entonces.
-Han creado una bolsa para los estudiantes y de ahí nos llaman para decidir si queremos o no. En la bolsa te sancionan si dices que no a un determinado número de contratos y aquí nos han dicho que no hay problemas para decir que no. Y además tenemos el beneficio de que esto nos puntúa para la bolsa real, el tiempo trabajado aquí cuenta, aparte de que es un punto de motivación, además esta situación es excepcional y supone conseguir experiencia de una forma que esperamos que nadie tenga que hacerlo.
-Para un enfermero recién titulado poder estar en pleno foco de la pandemia tiene que ser un gran revulsivo, ¿no es así?
-Cuando me llamaron estaba con sentimientos encontrados, alegría e ilusión por el primer contrato, incertidumbre y miedo tienes porque vas a un sitio nuevo, pero hay que mirar siempre el lado positivo de las cosas.
-¿Cuánto tiempo estuvo en la bolsa?
-Un par de semanas, me llamaron sobre el 27 de marzo para ir a la residencia de Gea de Albarracín, que se abrió para tratar a ancianos con Covid-19. La verdad es que no esperaba trabajar tan pronto, pero si no hubiera sido ahora sería dentro de 2 o 3 meses.
-¿Hay mas compañeros en su situación?
-Sí, ahora mismo en Gea de Albarracín estamos 10 compañeros de la carrera y también hay otros que están en residencias y hospitales de Teruel.
-¿Qué hace en un turno normal?
-Cuando llegamos nos cuentan las incidencias del turno anterior y, teniendo en cuenta lo que ha pasado, intentas seguir con el cuidado de esos pacientes. Se reparten las medicaciones y se hacen las atenciones como curación de úlceras, controles de glucemia, toma de constantes.
-Son positivos pero no están graves, ¿no es así?
-Son pacientes sin mucha complicación, pero que tienen que estar aislados, aquí llegan para recuperarse del todo de la patología.
-¿Se ha dado el alta a alguien desde que está usted en Gea?
-De momento no, pero la idea es que se vayan curando.
-¿Qué les transmiten esos ancianos?
-En este tipo de lugares nuestro trabajo es más de apoyo al paciente, de trato humano con él. Tu lo acompañas, lo intentas tranquilizar, básicamente es estar con él, aparte de los cuidados que necesiten, que son muy básicos.
-Habla de pacientes que requieren principalmente una atención humana, ¿esto se lo enseñan en la carrera?
-No, es verdad que tenemos asignaturas de ética y psicología, pero la experiencia de tratar pacientes la coges en las prácticas, en tu paso por hospitales o residencias. En los libros puede poner una cosa pero las personas son únicas, cada una es diferente.
-¿Qué tal se le da?
-Bien, yo tuve la suerte de hacer prácticas en la residencia Javalambre y el cuidado y el trato es muy parecida.
-Los pacientes de Gea son mayores que han dado positivo en Covid-19, ¿cómo están anímicamente?
-Su situación no es fácil, les llevan a un sitio que no conocen, con gente nueva y a muchos les cuesta coger confianza. Nosotros intentamos ser su familia, que cualquier problema que tengan nos lo digan y, sobre todo, transmitir tranquilidad al paciente.
-¿Qué siente por el hecho de ser tan útil desde el primer día como profesional?
-Yo en realidad no quise estudiar Enfermería, quería hacer Veterinaria, pero no me dio la nota de corte. Me metí en enfermería con la idea de cambiarme, pero el primer año decidí que esto era lo que me gustaba, es tan gratificante, solo una sonrisa, una mirada o que los toques te lo agradecen. Aunque te toque un paciente malo hay muchos buenos, no se acuerdan de tu nombre pero sí de cómo los trataste o los hiciste sentir, muchos te paran por la calle, eso te llena de orgullo. Y ahora que somos importantes a nivel de la sociedad todavía más.
-Habla de miradas, ahora más importantes que nunca al ir tan tapados, ¿no es así?
-Siempre en la carrera te dicen que con los ojos hay que transmitirlo todo y en esta situación ellos no nos pueden ver mas que los ojos porque vamos tapados hasta arriba.
-¿Cómo le influye el hecho de estar rodeado de positivos en Covid-19?
-Es un trabajo muy tenso. En un día normal, sin coronavirus, hay que mantener las medidas de higiene, pero ahora tienes que estar mucho más pendiente, ver que tienes todo perfectamente colocado para no contagiarte tú. Tanto en la residencia como en casa tienes que adaptar una zona para esto. En la residencia hay una sala para ponerte el EPI y en casa yo tengo una zona para quitarme la ropa y dejar las zapatillas para evitar contagiar.
-¿Cómo es el trabajo con los compañeros y responsables en Gea?
-Desde el primer día aquí nos hicieron sentir un compañero más, aunque ellas son las que tienen la responsabilidad de todo lo que pase, somos uno más del equipo desde el minuto de uno, no el chico de prácticas.
– Eso también reconforta.
-Sí, que reconozcan tu trabajo y el mérito que ha costado llegar hasta aquí es importante.
-¿Cuánto dura su contrato?
– De momento es de un mes, tiene carácter renovable hasta que la situación termine o se normalice un poco más.
-Se ha hablado mucho de la escasez de material sanitario. ¿En Gea tienen suficiente?
-Nosotros tenemos material suficiente, aunque se usa de forma racional, siguiendo protocolos y medidas de higiene, según lo que nos mandan los expertos de riesgos laborales. Hay que hacer un uso racional por si en un futuro pudiera llegar a faltar. No nos falta material de ningún tipo, pero las personas de pueblos vecinos están confeccionando mascarillas y gorros de tela, delantales y EPIs con bolsas de plástico, que la gente se implique y tener esos materiales está bien.
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