El proyecto, cuya redacción ya ha concluido, acaba de ser enviado al Ministerio de Cultura para su supervisión.
Aspecto exterior del Museo, según una recreación infográfica..HERALDOEl estudio zaragonzano Olano y Mendo Arquitectos ya ha terminado la redacción del proyecto de acondicionamiento de la antigua Casa de la Misericordia de Teruel como Museo Nacional de Etnografía. Los arquitectos remitieron el proyecto, que contiene más de cuatrocientos planos, al Ministerio de Cultura la semana pasada con objeto de que sea supervisado por los técnicos de este organismo, un paso fundamental que permitirá la adjudicación de las obras. Con él se podrá contratar, asimismo, antes del 10 de diciembre la ejecución de una maqueta a escala de los volúmenes de este edificio, una construcción que dispone de más de 12.000 metros cuadrados de superficie
Se trata de un documento que contempla la reordenación de los espacios interiores de un inmueble, que, también denominado Hogar Comandante Aguado, se utilizó durante más de cien años como alojamiento para niños huérfanos y humildes. El proyecto respeta las fachadas de este viejo caserón, construido entre los años 1789 y 1801, y solo introduce innovadoras estructuras arquitectónicas en una pérgola de vidrio de la fachada exterior y en los tres patios interiores, que serán cubiertos con techos de cristal.
Al conjunto se ha incorporado un edificio de nueva planta que se construirá en los terrenos de la parte trasera, orientados a la calle del Carmen. Su diseño se ha concebido de manera que su impacto visual sea mínimo, ya que el desnivel de 12 metros que existe entre la avenida de Zaragoza y el Carmen permite que los espacios permanezcan semienterrados.
Esta nueva edificación ha sido planificada para albergar la zona de almacenes, un lugar que deberá contar con la suficiente extensión como para contener la vasta colección de materiales que el Museo tiene en depósito y que puede alcanzar más de 100.000 piezas.
Las características arquitectónicas del Hogar Comandante Aguado, con volúmenes lineales y estrechos espacios, han condicionado el recorrido expositivo diseñado por los arquitectos zaragozanos, de forma que las únicas salas que dispondrán de grandes superficies son las habilitadas en los tres patios interiores. Alberto Mendo, uno de los arquitectos encargados de la redacción del proyecto, señaló que, por fortuna, la mayoría de las piezas que exhibirá el Museo Nacional de Etnografía no son de grandes dimensiones, «por lo que se adaptan muy bien a las limitaciones del espacio arquitectónico que presenta el edificio».
Ascensor de pared de cristal
El futuro Museo de Etnografía se distribuirá en tres plantas a las que se accederá a través del patio principal, un amplio espacio de 800 metros cuadrados de superficie donde confluirán todas las comunicaciones. Alberto Mendo dice que será una gran sala, «un ambigú, desde el que se accederá al ascensor y las escaleras mecánicas que conducen a las salas, o a los demás servicios y cafetería».
El ascensor, que se elevará a través de una torre de cristal, conducirá a la segunda planta, destinada a mostrar la exposición permanente, integrada por más de 2.000 piezas. La amplitud de los fondos almacenados en el Museo ha hecho necesario destinar un espacio en la planta primera a muestras temporales, donde se irán renovando los objetos exhibidos. En la planta baja se dispondrán las aulas formativas, la biblioteca y el salón de actos.
Los dos patios interiores restantes se han concebido, en un caso, para dar a conocer un audiovisual al visitante; y en el otro, para mostrar piezas de mayores dimensiones. El montaje escénico con proyecciones será la primera visión que reciba el público al acceder al Museo.
En ambos patios interiores, se ha previsto elevar el suelo para un mayor aprovechamiento de los espacios.
Fuente: Heraldo de Aragón
Fecha: 28/11/2010
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