Otra novedad es la explicación de la vestimenta de monje a soldado
La tradicional batalla de Cofiero introdujo ayer importantes novedades en la representación bélica de la Edad Media. Los guerreros recuperaron el juego de pelota medieval, que además de diversión, suponía entrenamiento físico para los soldados. Otra novedad que se introdujo fue la explicación de la vestimenta guerrera. Como de un monje pasa a ser un soldado medieval. No faltaron las prácticas de tácticas militares y el entrenamiento de la lucha de una batalla bajo las órdenes del Señor de Azagra. La representación bélica registró numeroso público pese a la amenaza de la lluvia, que descargó pero cuando los actos ya habían finalizado.
El historiador Rubén Sáez, organizador de la batalla de Cofiero, explicó las importantes novedades que este año tenía la representación de la contienda bélica medieval.
La primera novedad fue la recuperación del juego de pelota basado en las Cántigas de Santa María de Alfonso X El Sabio, que fueron explicadas al público asistente por Jesús Cuesta. Rubén Sáez resaltó la importancia del juego de pelota entre las tropas porque, además de entretener a los soldados, servía para que realizaran ejercicio físico de cara de preparación para las contiendas.
Otra novedad que se introdujo ayer en la batalla de Cofiero fue «El hábito no hace al monje». Sáez expuso que con la representación se explicaba el tránsito de monje a guerrero a través de la vestimenta. Jesús Cuesta fue narrando las diferentes partes de la vestimenta del guerrero y como se confeccionaban, desde el gambesón, pasando por las cotas de mallas, yelmos, espadas y escudos.
En la exhibición del combate hubo una representación de las tropas del Señor de Albarracín, Azagra, en su preparación para la batalla. Hubo desfile de las tropas y prácticas de movimientos de tácticas militares, que se enseñaron de forma muy didáctica como la protección de las flechas de los arqueros.
Se explicó cómo y cuándo se cerraban filas, como la infantería unas unidades protegías a otras. Rubén Sáez reseñó que la mayor parte de las ocasiones las victorias llegan no tanto por la habilidad, sino como se preveían los movimientos del enemigo y se realizaban los propios para la neutralizarlos. «Los grandes militares de la historia son los que han sabido interpretar la táctica sobre el campo», comentó Sáez.
En la representación de la batalla de Cofiero participaron un centenar de personas pertenecientes a los diferentes grupos de la Federación. No faltaron a la cita bélica el grupo Fidelis Regi. A las Encomiendas de los Hospitalarios, Templarios o Santiaguistas también estuvo el gremio de los Labriegos en la ambientación medieval.
La representación bélica terminó con los tradicionales duelos entre los guerreros y los aplausos del público, muy agradecido por llevarse el trofeo de las monedas de la contienda de la batalla de Cofiero.
Fuente: Diario de Teruel
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