Los animales ayudarán al control de la vegetación en este humedal, situado entre Villarquemado y Cella.
Los búfalos de agua que habitan desde hace una semana en la laguna del Cañizar, un humedal situado a caballo entre Villarquemado y Cella, se están aclimatando sin problemas a su nuevo hábitat. La presencia de cinco jóvenes ejemplares -tres hembras y dos machos-, procedentes del parque natural Los Aiguamolls, en el Ampurdán gerundense, ha generado una gran expectación mediática y también entre los vecinos de la zona. Ante el movimiento que se ha suscitado a su alrededor, los animales han terminado por buscar el lugar más alejado de la franja destinada a los visitantes, dentro del espacio de más de 100 hectáreas, delimitado con un cercado eléctrico, habilitado para ellos.
El director de la fundación Laguna del Cañizar, José Carlos Rubio, señaló que a partir de ahora los bóvidos serán objeto de vigilancia para comprobar su nivel de aclimatación al intenso frío de la región, con frecuentes heladas durante el invierno. La protección natural de los búfalos de agua ante las bajas temperaturas se basa en el crecimiento del pelaje, por lo que se desconoce si a la pequeña manada del Cañizar le dará tiempo a cubrirse de pelo antes de que aparezcan los primeros fríos.
José Carlos Rubio cree, sin embargo, que no habrá problemas en la adaptación de los rumiantes al clima de la comarca del Jiloca, puesto que esta especie, si bien originaria del sudeste asiático, «habita en Europa desde hace más de mil años. Con su leche se hace en Italia la mozzarella y en Hungría, con un clima muy frío, pastan en sus campos».
Los búfalos se utilizarán en la laguna del Cañizar como la forma «más ecológica y también vistosa de control de la vegetación», explicó el director de la Fundación. Según agregó, las hierbas desbordan todas las previsiones: «La laguna tiene un suelo muy rico, hay agua y luz, de modo que la vegetación tiene un gran crecimiento».
Rubio indicó que después de sopesar otros métodos, se optó por los búfalos y por caballos de La Camarga francesa, cuyo traslado al Cañizar está pendiente únicamente de trámites burocráticos. «No podíamos echar herbicidas para evitar el crecimiento de las plantas, ni tampoco utilizar las quemas por resultar muy dañinas al ecosistema, y también descartamos la siega, ya que difícilmente puede entrar maquinaria a la laguna», explicó José Carlos Rubio.
Animales para el ordeño
Si el periodo de adaptación de los cinco ejemplares se desarrolla sin problemas, está previsto trasladar un centenar de búfalos a la laguna turolense durante la primavera de 2012. Los animales se encuentran en estos momentos en una granja particular dentro del parque natural gerundense, en donde escasean los pastos. Villarquemado se plantea como una solución ideal.
«Estudiaremos un acuerdo de explotación que nos resulte rentable a ambas partes, para que los búfalos crezcan aquí , y el ordeño se realice en Gerona», manifestó Rubio. «Pero quien sabe si algún día se plantea la posibilidad de establecer en esta zona la ganadería donde se puedan ordeñar las búfalas, lo que supondría una fuente de trabajo», agregó el director.
Para la Fundación, que financia este proyecto junto con el Centro de Estudios del Jiloca y la Fundación Biodiversidad, es esencial, asimismo, la vertiente turística que tiene la presencia de los animales en el Cañizar, a los que hay que sumar caballos percherones y vacas. Para facilitar la observación de la rica fauna de este enclave, se trabaja en la actualidad en la configuración de una red de senderos que permita la movilidad de los visitantes. «Ahora es complicado guiar al público, si se tiene en cuenta que la laguna ocupa cinco kilómetros cuadrados de superficie», apostilló el director de la Fundación.
Fuente: Heraldo
Fecha: 31/10/2011
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