Los dos actores serán elegidos de entre 7 chicas y 6 chicos preseleccionados. El último castin arrancó este miércoles y los nombres se sabrán en los proximos días.
Altos, bajos, rubios, morenos, castaños, con pelo rizado, con pelo liso, estudiantes, trabajadores y de edades que van de los 19 a los 35 años. Entre los 13 actores -siete mujeres y seis hombres- que este miércoles participaron en el último castin para elegir a los dos Amantes de Teruel de la próxima edición de las Bodas de Isabel, hay de todo. Imposible saber qué imagen de Isabel de Segura y Diego de Marcilla tiene en la mente la directora teatral de la organización, Marian Pueo.
Ella misma afirmó que no lleva «nada predeterminado» y que será su «intuición» la que le permita elegir a los nuevos Amantes de Teruel en los próximos días a partir de la prueba realizada en las oficinas de la Fundación Bodas de Isabel. Los nombres definitivos se darán a conocer la semana que viene.
Pero una cosa sí tenía clara. «Buscamos a un chico y una chica que hagan muy buena pareja, que se gusten, que entre ellos exista, ficticiamente, un flechazo», explicó. Similar idea expresaba la gerente de la Fundación Bodas de Isabel, Raquel Esteban, quien indicó que entre los actores que den vida a Isabel y Diego el próximo mes de febrero por las calles de la capital turolense «debe fluir la comunicación y tiene que haber mucha química».
Mucha ilusión y bastantes nervios se veían en las caras de los finalistas. Para demostrar sus dotes interpretativas, su capacidad de transmitir sentimientos y, sobre todo, su complicidad con el otro, los 13 preseleccionados tuvieron que escenificar por parejas una despedida casi para siempre, como la que debieron experimentar Isabel de Segura y Diego de Marcilla en el siglo XIV cuando este decide irse a las Cruzadas para ganar fama y dinero y poder, así, optar al matrimonio.
«No os cortéis. Lo que no vea aquí, yo no me lo puedo imaginar», aconsejaba Pueo al inicio de la prueba. «Tampoco os obsesionéis con el texto; nadie ha sido elegido por lo bien que se sabía el diálogo», añadía.
Romeo y Julieta
Además, los participantes interpretaron una escena de la clásica obra de Shakespeare ‘Romeo y Julieta’ para, finalmente, representar uno de los momentos clave en la recreación de la historia de Isabel y Diego: el encuentro entre ambos en el balcón una vez que él ha regresado de la guerra y se entera de que ella acaba de contraer matrimonio con Don Pedro de Azagra.
Otro de los principios que rigen este último castin es que los actores elegidos sean diferentes en su talante a los de la edición anterior. «Queremos cambiar, aportar matices nuevos. Hay veces que buscamos ingenuidad, pero otras, que los intérpretes tengan tablas», subrayó Marian Pueo. La cantera de aspirantes que cada año se presenta a las pruebas, más de cien, permite esta variación.
En este sentido, son las mujeres las que más deben esforzarse para conseguir el papel de Isabel de Segura pues la competencia entre ellas es mayor en número. «Los chicos son más cobardicas y no son tantos los que deciden venir al castin, por eso es más fácil elegir a Diego de Marcilla y mucho más difícil seleccionar a Isabel», aseguró Pueo.
«Estoy muy ilusionada por conseguir el papel», afirmaba Yaiza Guillén, una enfermera de 24 años. Juan Ramón Barrado, de 35 años y profesor en la Facultad de Psicología de Teruel, indicaba por su parte que se inscribió en las pruebas de selección tras acompañar a una amiga que tenía clara su participación. Aunque la mayoría de los aspirantes son de Teruel, también hay actores de localidades próximas, como Ana Isabel Domínguez, de Gea de Albarracín; y de otras no tan cercanas, como Laura Gallardo, que es de Montalbán.
Además de la recreación de las bodas de Isabel y del encuentro entre los dos Amantes tras cinco años de separación, la Fundación se encarga desde este mismo año de representar la Partida de Diego, una fiesta que ha tenido igualmente muy buena aceptación por parte del público.
Fuente: Heraldo
Fecha: 15/12/2011
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