Quedan muchas incógnitas por descubrir del Turiasaurus. El investigador Francisco Gascó trato de resolverlas en tierras turolenses.
Del Turiasaurus riodevensis, ‘el gigante de Europa’ -como se le conoce al dinosaurio desde que sus restos fósiles fueron descubiertos en Riodeva hace ocho años- se sabe casi todo. Que podía pesar más de 40 toneladas, que poseía húmeros -huesos de las patas- de 1,79 metros de longitud y que medía 38 metros de longitud.
Sin embargo, hay muchas incógnitas todavía por desvelar y cuya resolución está pendiente de los trabajos de investigación que se están realizando en el laboratorio de Dinópolis, con las decenas de piezas que han sido extraídas de los yacimientos de Barrihonda y de San Lorenzo, el más reciente, de Riodeva.
Cómo se movía el gran dinosaurio hace 145 millones de años es una de las preguntas que se formulan los paleontólogos de Dinópolis y que podrían tener respuesta a no mucho tardar. Francisco Gascó, uno de los investigadores de la Fundación turolense, lleva a cabo desde hace dos años una tesis doctoral sobre la anatomía detallada del Turiasaurus. Su trabajo, el de una especie de forense de dinosaurios, le permitirá reproducir su aspecto externo, pero también la forma de mover las patas o el cuello.
La labor de Francisco Gascó consiste en analizar cada uno de los huesos fósiles que se han localizado del ejemplar de Barrihonda, del que se dispone casi la mitad de su esqueleto, y con ello intentar reproducir su anatomía; huesos, musculatura, incluso, sus ligamentos, elementos con los que será capaz de determinar, en última instancia, la forma de caminar del animal prehistórico.
«Desarrollo un estudio comparativo de otros dinosaurios del mismo grupo de los saurópodos que ya se conocen y que están completos», explicaba Gascó. Estos serán los principales componentes con los que debe ser capaz de recomponer el puzzle de la fisiología del Turiasaurus.
Es una fascinante aunque compleja disciplina que aborda el estudio de los huesos «en sentido estricto», afirma el paleontólogo, quien asegura que por esta razón no hay demasiados investigadores dedicados a analizar la anatomía de los dinosaurios. Como ejemplo de la dificultad que entraña pone de manifiesto que un saurópodo del mismo grupo que el Turiasaurus cuenta con 12 vértebras cervicales, frente a las 7 que tienen los mamíferos, entre ellos el hombre.
Miles de fósiles
Si la investigación de Francisco Gascó se puede llevar a cabo es debido a la ingente cantidad de fósiles depositados en las dependencias de la Fundación Dinópolis.
El director de esta institución, Luis Alcalá, manifestó que en estos momentos se acumulan más de 26.000 piezas, de las cuales unas 15.000 han sido extraídas por los paleontólogos de Dinópolis en los diferentes yacimientos excavados en la provincia.
El resto son fósiles que, si bien localizados en Teruel, forman parte de los trabajos de investigación llevados a cabo por especialistas de universidades españolas y extranjeras. Entre ellos figuran los numerosos fragmentos de ámbar hallados en el yacimiento de San Just de Utrillas. Alcalá manifestó que un buen número de los fósiles forman parte de trabajos de investigación ya culminados o en proceso de estudio.
La restauración de las piezas será, asimismo, el proyecto central de la escuela taller que este año cumple su cuarta edición y en la que participarán siete alumnos. La iniciativa, ya aprobada, se pondrá en marcha tan pronto se constituya el nuevo Gobierno de Aragón.
Fuente: Heraldo
Fecha: 14/06/2011
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