El Centro de Estudios de la Comunidad de Albarracín (Cecal) va a colaborar con la Escuela Universitaria Politécnica de Teruel para mejorar la accesibilidad a sus información e investigaciones sobre patrimonio cultural inmaterial de forma que pueda convertirse en un recurso útil para el turismo. Así lo explicó ayer el presidente del Cecal, Juan Manuel Berges, en el marco de la cuarta jornada sobre Patrimonio Cultural Inmaterial de la Sierra de Albarracín organizado por este centro y por la Comarca que se celebró ayer en Albarracín.
«Hemos iniciado los contactos con la Universidad, con el Campus de Teruel, para que se desarrolle la tecnología de forma que tengamos una web muy potente que permita que en dispositivos móviles como un teléfono se pueda acceder a nuestra información», señaló Berges.
El presidente del Cecal indicó que las investigaciones que se realizan en este centro pueden ser un recurso más para el turismo activo y cultural ya que el visitante podrá diseñar su itinerario y, además de disfrutar del paisaje de la Sierra, tendrá la oportunidad de conocer actividades tradicionales que se realizaban en esa zona o leyendas, entre otros.
En esta misma línea, Berges señaló que se quiere potenciar aún más los estudios de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Sierra de Albarracín (PCISA) con el objetivo de que se puedan convertir en una subsección del Centro de Estudios.
La jornada que se celebró ayer en la sede de la Comarca Sierra de Albarracín reunió a medio centenar de personas que compartieron los avances de diferentes proyectos que rescatan esa riqueza cultural intangible de esta zona de la provincia.
La cultura de la piedra y las construcciones pastoriles, la figura del artesano de la forja Adolfo Jarreta, las fuentes de la Sierra, las abejas y sus productos o el léxico de la zona son algunas de las cuestiones que se expusieron durante la sesión de trabajo.
El responsable del Cecal recordó que hace ya seis años que se organizan estas jornadas para exponer los estudios que se realizan en el marco del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Sierra de Albarracín (PCISA) que surgió como una sección del Cecal creada en 2008 con el patrocinio y colaboración del Servicio de Cultura de la Comarca de la Sierra de Albarracín.
Esta es la cuarta jornada ya que no tiene una periodicidad fija sino que la reunión se realizan cuando hay suficientes novedades científicas para poder compartir.
«Queremos poner en valor novedades de la investigación de este tipo de manifestaciones culturales», señaló Berges que reconoció que la mayoría de la gente asocia el patrimonio cultural inmaterial con la trashumancia y los mayos que son de las más importantes pero que son muchas más.
Proyecto Albaqua
El proyecto Albaqua. Las fuentes de la Sierra de Albarracín se presentó ayer en la jornada sobre patrimonio cultural inmaterial. El inventario ya se ha completado y son 1.200 fuentes, aunque el autor de la investigación, Raúl Ibáñez, afirmó que el número se podría incrementar bastante.
Además del trabajo del trabajo para localizar los manantiales, se ha realizado una labor de estudio sobre ellas y la realización de fichas de cada una de ellas con las coordenadas a través de GPS y, en algunos casos, se incluye incluso un análisis del agua. La tercera fase es la divulgación de toda la información y para ello se trabaja en la web e incluso en códigos QR para poder obtener los datos con el teléfono móvil.
Ibáñez destacó la colaboración de los departamentos de Medio Ambiente y Salud del Gobierno de Aragón y de las confederaciones hidrográficas y señaló que queda mucho material para seguir profundizando.
Trabajo del IES
Las profesoras Carmen Saavedra y Mª Victoria Valero y los alumnos del IES Lobetano de Albarracín presentaron ayer el libro La Sierra de Albarracín en cuatro tiempos, un libro que recoge las investigaciones que realizaron los alumnos para recuperar el patrimonio inmaterial de sus pueblos.
El libro se estructura en las cuatro estaciones del año y en cada una de ellas se profundiza en diferentes elementos de las tradiciones como la matanza, la siega, la Navidad o la Semana Santa.
Los estudiantes se documentaron con los ancianos de la residencia de mayores que les contaron sus vivencias personales y las costumbres y tradiciones.
Los materiales son muy diversos, como recortables para explicar cómo era el vestuario o un cuento protagonizado pro Margarita y Roque para plasmar los recuerdos.
El trabajo ha recuperado entre otros elementos de la cultura inmaterial chistes, cuentos, oraciones, recetas de cocina o vocabulario.
Fuente: Diario de Teruel
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