Vecinos de El Vallecillo (Teruel) han creado un grupo en Facebook (con 200 miembros en diez días) en el que critican «la destrucción» de este paraje junto al río Cabriel.
El Molino de San Pedro es un bonito paraje junto al río Cabriel, con una cascada natural. Es una zona muy conocida en la zona de Albarracín y muy concurrida sobre todo en verano. El acceso se realiza por una pista de tierra.
La tranquilidad que buscaban sus visitantes se ha visto alterada por la construcción de un hotel rural. Hace pocos meses comenzaron las obras de una vivienda de turismo rural con ocho habitaciones, en el antiguo molino de grano que estaba en desuso y en ruinas.
Hace diez días, un grupo de vecinos y descendientes de El Vallecillo (Teruel), localidad cercana al molino, crearon un grupo en Facebook para protestar por la construcción de este hotel. Ya han reunido más de 200 miembros.
El grupo, con el nombre de ‘La cloaca del molino de San Lázaro’, denuncia que se trata de «una instalación insostenible, un vertedero en medio de el paraje hasta ahora virgen del Molino de San Pedro». «Es insostenible por dónde está, por lo que representa, por lo que genera, por la gestión de los residuos y los vertidos al río Cabriel, afluente de la cuenca del Júcar, por la carencia de infraestructura, etc.», afirman.
«Hay que generar riqueza y puestos de trabajo en esta sierra, pero no a costa de cargarnos nuestro patrimonio natural. Creo que a nadie se le ha pasado por la cabeza hacer un hotel en las murallas de Albarracín, ni un campo de golf en el paisaje protegido de los Pinares del Rodeno, por lo que tampoco es lícito construir un apartamento de turismo rural en el entorno de la cascada. Para eso ya están los pueblos», afirma uno de los miembros del grupo en Facebook.
Hotel rural con ocho habitaciones
El proyecto, según figura en una resolución del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental del 12 de enero de 2009, se trata de la rehabilitación del molino de San Pedro para construir un alojamiento de ocho habitaciones. La superficie construida prevista será de 574 metros cuadrados, distribuidos en semisótano, planta baja y planta primera.
Estaba prevista la construcción de una fosa séptica biológica y la instalación de captadores solares para la calefacción y el agua caliente y, como apoyo, una caldera de gasoil. En este proyecto no quedaba claro el origen del suministro de agua ni de energía eléctrica.
El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental decidió en 2009 no someter el proyecto al procedimiento de evaluación de impacto ambiental. Entre otras razones, argumentaba «la reducida dimensión del proyecto» y la «reducida utilización de recursos naturales». Asimismo, señalaba que la afección al paisaje es «baja».
Fuente: Heraldo
Fecha: 22/02/2011
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