El mobiliario de segunda mano, debido a los recortes presupuestarios, no desluce la moderna construcción.
Los alumnos de la titulación de Bellas Artes podrán al fin estrenar sede en el campus universitario de Teruel a finales de febrero. Ayer comenzó la mudanza al nuevo edificio, una amplia y moderna construcción acristalada de líneas vanguardistas. Se ha decidido realizar el traslado en estas fechas de menor actividad estudiantil, justo en periodo de exámenes, con objeto de minimizar las molestias al alumnado, según destacó la vicerrectora, Alexia Sanz.
Los recortes presupuestarios que padece la Universidad han obligado, no obstante, a equipar el edificio con material reutilizado. El vicerrector de Infraestructuras de la Universidad de Zaragoza, Joaquín Royo, reconoció que el mobiliario, aunque en buen estado, procederá de otras dependencias universitarias «de Zaragoza, Huesca y de Teruel». «No tenemos presupuesto, así que el esfuerzo va a ser de toda la Universidad», aclaró.
Esta circunstancia no ha eclipsado, sin embargo, al nuevo edificio, cuyos espacios se han concebido al detalle para cubrir cada una de las necesidades de una titulación que requiere unos volúmenes muy específicos. Se trata de una construcción diseñada por el arquitecto José Antonio Gómez distribuida en tres plantas, que se ha levantado en una parcela cedida por el Ayuntamiento de Teruel y que ha costado 5,7 millones de euros.
Ocupa una superficie de 6.300 metros cuadrados, por lo que se configura como el edificio de mayores dimensiones del campus universitario de Teruel.
Más plazas
La mayor amplitud permitirá, a juicio de Alexia Sanz, incrementar el próximo curso académico la oferta de plazas, una cuestión que no se podía aplicar hasta ahora por falta de espacio. Según agregó, se abren nuevas posibilidades de crecimiento y ya se ha dado el visto bueno a ofertar el año que viene 55 matrículas por curso, frente a las 45 actuales. El total de alumnos que cursan la especialidad en estos momentos es de 160.
La vicerrectora considera que el nuevo edificio puede ser un estímulo para incrementar la demanda por los estudios de Bellas Artes en el campus turolense.
Profesores y alumnos han estado estos días trabajando de forma simultánea en adaptar los espacios a los usos específicos de cada especialidad, y en la planificación de la mudanza. El traslado se llevará a cabo de forma gradual, de manera que en el segundo cuatrimestre pueda estar todo el edificio prácticamente ocupado por el personal docente y los estudiantes.
La sede de Bellas Artes presenta numerosos espacios polivalentes, recintos que pueden servir para más de un uso y que, según la vicerrectora, se pueden dedicar a actividades culturales, lúdicas o deportivas, «de las que el campus presenta actualmente mayor déficit». Incluso se han habilitado dependencias que se compartirán con toda la comundad universitaria, como una sala de estudio y de trabajo.
Llaman la atención los amplios vestíbulo y pasillos, ideados para que los alumnos puedan exponer sus obras.
El traslado a la nueva sede pondrá fin a una antigua reivindicación de la comunidad universitaria turolense, en general, y del personal y alumnado de Bellas Artes, en particular. Las especialidades de la titulación, cuya presencia en el campus data de hace cinco años, se impartían hasta ahora en diferentes espacios dispersos entre la UNED y los colegios Arboleda y Luis Buñuel.
Fuente: Heraldo
Fecha: 17/01/2012
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