Los científicos han descubierto una nueva familia de minúsculas avispas, denominadas mimarommatoideas, en el yacimiento paleontológico de San Just, en Utrillas (Teruel), cuyas características determinan que se trata de una nueva familia de insectos, la Alavarommatidae, y de un nuevo género y especie: Alavaromma orchamum.
En una nota de prensa, fuentes de la Fundación Dinópolis de Teruel explican que estas avispas son tan pequeñas que apenas pueden distinguirse como insectos a simple vista, ya que la longitud del cuerpo del ejemplar de San Just es sólo de alrededor de medio milímetro.
Este tamaño hace que sólo se conozcan fósiles de mimarommatoideos en ámbar, único medio que puede preservarlos a lo largo de millones de años y con el detalle suficiente para permitir su estudio.
Las avispillas del grupo, tanto las actuales como los fósiles, tienen alas con pelos muy largos en el margen pero en el ejemplar de San Just, así como en otro hallado en ámbar en Álava, estos pelos son cortos.
Por esta razón, se ha tenido que describir una nueva familia de insectos para estos dos ejemplares tan raros, la familia Alavarommatidae.
La nueva familia Alavarommatidae sólo comprende una especie, y de ella sólo se conocen los citados dos ejemplares fósiles, por lo que se trata de una familia extinta, que existió hace 110 millones de años.
Se desconoce, no obstante, cuántos millones de años duró en el planeta antes de su extinción, dado lo escaso del registro fósil de este grupo.
Las mismas fuentes explican que este ejemplar indica que se está «muy lejos» de conocer los principales grupos de animales que han existido en el pasado y que, por tanto, se debe hacer un mayor esfuerzo para estudiar los organismos presentes en ámbar.
Éstos, debido a la naturaleza de su conservación, son clave en muchos casos para conocer las relaciones evolutivas entre grupos que existen en los ecosistemas actuales y que divergieron hace mucho tiempo.
El nuevo fósil de insecto está depositado en la colección de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis, y el de Álava en el Museo de Ciencias Naturales de Álava.
Fuente: Diario de Teruel
Fecha: 06/06/2011
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