La configuración de las luminarias correrá a cargo de diseñadores italianos expertos en luces urbanas. El proyecto de reforma ya ha sido visado por el Colegio de Arquitectos.
La iluminación de la plaza de los Amantes es uno de los aspectos que más cuidados ha precisado dentro del proyecto de reforma de este espacio urbano de la capital. En la mente de los responsables municipales todavía están presentes los numerosos problemas que han acarreado las luminarias incrustadas en el suelo de la plaza del Torico, algo que no se quiere repetir en este lugar emblemático del Casco Histórico.
El arquitecto redactor del proyecto de la plaza de los Amantes, José Ignacio Linazasoro, señaló que la iluminación prevista en esta zona es «sofisticada, pero con un diseño muy estudiado por técnicos italianos, expertos en iluminación de ciudades, de manera que no se planteen problemas futuros». Agregó que entre otras cuestiones, para evitar deslumbramientos, las luces iluminarán paños que, a su vez, reflejarán la luz. Se ha pensado también en las condiciones climáticas de la ciudad.
La evolución del proyecto, pendiente desde que Linazasoro ganó en 2008 el concurso internacional de ideas convocado por el Gobierno de Aragón para mejorar la imagen de la plaza -actualmente una de las zonas más degradadas del centro de la ciudad- ha experimentado estos días un cambio sustancial. Ha sido visado por el Colegio de Arquitectos y, presumiblemente, la reconstrucción de la casa Hinojosa -uno de los principales obstáculos de la intervención-, obtendrá en las próximas semanas la licencia municipal de obras. Tanto el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de la capital, Jesús Fuertes, como los técnicos implicados -que mantuvieron la pasada semana una reunión- confían en que estos pasos permitan desbloquear el proyecto.
Canteras aragonesas
Materiales nobles extraídos de canteras aragonesas, una cuidada iluminación, vegetación y agua darán un giro de 180 grados a la imagen de la plaza, cuya actual visión, repleta de desniveles, grietas en el pavimento y medianeras de edificios abandonados, ofrece una estampa desoladora de la antesala del Mausoleo de los Amantes y de la torre mudéjar de San Pedro.
Para el concejal de Urbanismo, la reforma de la plaza de los Amantes «es prioritaria». «Este enclave tiene una situación estratégica dentro de la ciudad porque por él pasan al año más de 150.000 turistas. Es un escaparate de Teruel al estar en la plaza la oficina de turismo y dos de los principales monumentos de la ciudad», comentaba el edil.
Pese al nuevo giro que ha tomado el proyecto, el Ayuntamiento se enfrenta al principal problema: la falta de financiación. Fuertes no oculta que en el Consistorio no hay dinero para acometer este año la intervención, presupuestada en casi un millón de euros, después de haber renunciado a la conexión subterránea con los aljibes medievales y a un ascensor que duplicaban las inversiones.
El concejal sostiene, no obstante, que el asunto económico, por el momento, no supone un gran inconveniente, ya que es preciso desarrollar, previamente, la reconstrucción de la casa Hinojosa, un edificio en estado ruinoso que se ha integrado al conjunto de la plaza.
Financiación en 2012
Según señaló, los arquitectos han puesto de manifiesto la necesidad de no iniciar las obras de la plaza hasta que no esté concluida, como mínimo, la estructura de la edificación, un trabajo que se puede prolongar alrededor de un año. «Mientras -aclaraba Jesús Fuertes- el Consistorio puede buscar financiación a través de créditos, que se supone que en 2012 ya se podrán solicitar, o bien a través de colaboración exterior».
Excluir del proyecto original la conexión con los aljibes medievales del Torico a través de galerías y el ascensor para enlazar con las calles situadas a una cota superior no supondrá una modificación de la estética global de la plaza, según dijo el arquitecto. Es más, a juicio del concejal de Urbanismo, se evitará una actuación «muy costosa y prácticamente inviable».
La nueva imagen que tendrá la plaza estará caracterizada por el uso de materiales nobles, una buena parte de ellos procedentes o inspirados en la provincia. En el pavimento se usará la piedra oscura de Calatorao (Zaragoza), combinada con bandas más claras de piedra de Villalba (Teruel).
El mural de la fuente, cubierto por una lámina de agua, estará revestido por material cerámico, cuyas tonalidades, verdes y tierra, están influenciadas en la tradición alfarera turolense. Linazasoro explicó que este panel, aunque un símil de la cerámica antigua, estará fabricado con técnica actuales para garantizar una mayor durabilidad.
Fuente: Heraldo
Fecha: 04/04/2011
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