Buscando pastos y buen tiempo.
La comarca fue, hasta mediados del siglo XX, utilizada de forma habitual por los «serranos», pastores trashumantes de la sierra de Albarracín.
Este oficio milenario, prácticamente desaparecido de las tierras alicantinas, continúa por un ganadero que se desplaza todos los años de Teruel al sur de la provincia alicantina.
Como cada año a principios de noviembre, Máximo, de 45 años, deja su pueblo natal, Masegoso, en la Sierra de Albarracín (Teruel), junto con casi un millar de ovejas, para trasladarse a los campos del sur de la provincia de Alicante donde pasa el invierno y parte de la primavera, hasta mayo, momento que regresa a casa. Su abuelo y su padre también hacían el mismo camino, pero con la diferencia que empleaban semanas en recorrerlo a pie. Ahora el traslado de la cabaña ganadera se hace en camiones y sin sufrir aquellas largas jornadas de camino bajo las inclemencias meteorológicas.
Máximo es posiblemente el único ganadero que sigue practicando la trashumancia en la provincia, una actividad milenaria de pastoreo estacional que consiste en pasar el ganado de un territorio a otro dependiendo de la climatología y de los pastos. Los habitantes de la fría sierra de Albarracín aprendieron a estructurar su vida en función de las estaciones para su supervivencia, como hace Máximo. Ya desde la Edad Media estos ganaderos disponían de una normativa que protegiera sus intereses. En 1451 Fernando I les concedió un primer privilegio para «hacer la Mesta». En el caso de Máximo, deja Albarracín en otoño para trasladarse a los campos entre Guardamar y Los Montesinos donde tiene sus corrales. «Soy el único ganadero de Teruel que viene a Alicante. Los conozco a todos. A Valencia y Andalucía, sí que bajan otros pastores de mi tierra, algunos a pie», señala.
Cada vez es más difícil este trabajo; sobre todo, por la desaparición de los caminos ganaderos y de zonas de pasto, se queja Máximo. A pesar de ello, asegura, «esta profesión me gusta, de lo contrario no podría dedicarme a ésto. Estoy con los animales toda la vida. Desde que nací».
Sus ganados pastorean a diario, principalmente, en fincas agrícolas que le dejan al ganadero. Ocasionalmente en terrenos de monte bajo y en las riberas del río Segura donde las ovejas contribuyen a mantener el cauce libre de vegetación. Ya desde Al Andalus las dos áreas geográficas de invernada sobre las que confluían las principales rutas trashumantes de Albarracín eran la llanura central valenciana y la Vega Baja a donde llegaban los serranos tras recorrer más de 250 kilómetros a pie a través de las cañadas que atravesaban La Mancha. Las amplias llanuras de la Vega Baja (zonas de campo), desde Guardamar hasta Pilar de la Horadada, pero sobre todo las dehesas oriolanas permitían la subsistencia de miles de cabezas. Todavía perduran nombres alusivos a esta actividad, como el Hoyo Serrano, El Recorral, varias zonas conocidas como las dehesas y antiguos corales de piedra, abrevaderos y habitáculos para los pastores.
Fuente: Diario informacion
Fecha: 15/01/2011
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