El movimiento ciudadano recordó la exclusión de la provincia de la línea de alta velocidad con un cortejo fúnebre.

«Reposan que no mueren las esperanzas de la provincia». Con esta leyenda, descubrió ayer Teruel Existe un monolito en el parque de los Botánicos de la capital -en las proximidades de la estación de ferrocarril-, como sínbolo de todas las promesas incumplidas que jalonan la historia de esta provincia.

Fue la escenificación central de un acto cargado de simbolismo, en el que la plataforma ciudadana parodió la soledad en que está sumida la capital y su provincia, tras la exclusión de su territorio del mapa de la alta velocidad ferroviaria. Y eligió el día de ayer para salir a la calle por cumplirse el undécimo aniversario de la constitución de este colectivo y por la inauguración hoy del AVE Madrid-Valencia, una línea de ferrocarril en la que Teruel solicitó sin éxito ser incluido.

A las ocho de la tarde, doce hombres provistos con atuendos medievales, tambores, bombos y antorchas desfilaron por las calles de Casco Histórico, en un cortejo fúnebre, en el que la gran protagonista fue una urna, con forma de mapa provincial, repleta de papeletas con los deseos nunca cumplidos de los turolenses. La muerte con su guadaña presidió la macabra comitiva, con un desfile que, al ritmo frenético de la percusión, despertó la curiosidad de peatones y conductores, muchos de ellos ajenos a las reivindicaciones de Teruel Existe.

«Podemos decir -repetía Enrique Marín, uno de los portavoces de la plataforma- que hoy es uno de los días más tristes para Teruel». «Los políticos, por su ineficacia o porque Teruel les importa muy poco, han dejado perder una infraestructura ferroviaria que hubiera sido muy importante para el desarrollo de esta provincia».

En el monolito del jardín de los Botánicos, rodeado de varios cientos de personas con antorchas en sus manos, se introdujo una urna, en la que previamente se fueron metiendo uno a uno, documentos con todas las promesas incumplidas por los diferentes gobiernos centrales. «Promesas -matizaba Miguel Ángel Fortea, miembro de Teruel Existe- que no han avanzado ni en la época de las vacas gordas».

Desde el Pacto de Desarrollo por la provincia, hasta los compromisos contraídos en 2004 por la entonces ministra de Fomento Magnadela Álvarez sobre el ferrocarril Cantábrico-Mediterráneo, pasando por los expedientes de las autovías A-40, A-68 o la de Alcolea del Pinar-Monreal, todos los informes que no han pasado de meros trámites fueron depositados en una urna que se depositó en el monolito. Solo se abrirá cuando se cumpla alguno de los proyectos. «Nos gustaría sacar la urna cuanto antes, pero mucho nos tememos que, si no cambian los políticos de forma de pensar, vamos a mantenerla cerrada por mucho tiempo», decía Marín.

Jotas y villancicos reivindicativivos pusieron la nota final al acto, «con la esperaza de que surja un gobierno con el que podamos decir: ya está hecho», apostilló Miguel Ángel Fortea.

Fuente: Heraldo

Fecha: 18/12/2010