Lleno de amor y pasión por la música y por Teruel se celebró el fin de semana la décimonovena edición del Encuentro Coral Ciudad de Teruel, en el Claustro del Obispado. El numeroso público que acudió al recital disfrutó de un repertorio muy variado con la participación de cuatro corales de una gran calidad. La Agrupación Coral Calamocha abrió el acto, seguida del Grupo Coral Aqvilo de Zaragoza y la Coral Ramón Ibars de Mislata. Como es tradicional, la Polifónica Turolense, grupo anfitrión, puso el broche de oro a la actuación y finalmente se unieron todas las voces.
El presidente de la Polifónica Turolense, Alfonso Carrasco, se mostró muy satisfecho con la respuesta de los turolenses que llenaron el Claustro del Obispado y destacó que esta cita es “una buena idea” para la ciudad ya que permite reunir a muchos coralistas de diferentes lugares y a lo largo de estos años han pasado 60 agrupaciones por la ciudad. Reconoció que actualmente las limitaciones presupuestarias hacen que los grupos vengan de localidades más cercanas pero no por ello pierde el interés y la diversidad.
Carrasco también valoró la oportunidad que da esta cita de compartir experiencias e “incluso partituras” entre miembros de corales de diferentes localidades. “Siempre se aprende algo”, aseguró. Además, muchas veces la coral turolense también devuelve la visita.
El director de la Polifónica, Jesús María Muneta, aseguró que la selección de esta edición del encuentro contaba con corales de mayor calidad que otros años. En cuanto al repertorio, destacó la gran variedad de las obras seleccionadas.
“Hay música de todos los tipos desde moderna y ligera a contemporánea y nosotros que somos más tradicionales”, comentó el director.
El concierto comenzó a las 19.00 horas y la teniente de alcalde, Rocío Féliz de Vargas, fue la encargada de dar la bienvenida a todos los asistentes, en especial a los visitantes de Calamocha, Zaragoza y Valencia a los que invitó a repetir visita.
La Agrupación Coral de Calamocha, que comenzó su andadura en 1999, ofreció ayer, bajo la dirección de José María Gracia Gómez, unas obras de música popular que recibieron un efusivo aplauso del público.
Comenzó con la habanera La Hamaca, de Trayter, seguida de Maite, de Sorozabal. El poema de Antonio Machado Cantares, con la música de Joan Manuel Serrat y arreglos de Liliana Cangiano fue otras de las propuestas, luego interpretó Paloma mensajera, de José Ruiz Gasch, y se cerró con la popular Chiquitita, del grupo Abba.
Muy diferente fue la actuación de Grupo Vocal Aqvilo de Zaragoza que optó por composiciones contemporáneas como Totus tuus, de Henry Górecki, dedicada al Papa Juan Pablo II. También interpretó la pieza del alemán Heinrinch Schütz Seling sind die Toten, entre otras.
Y es que, bajo la dirección de Jorge Apodaca, el principal objetivo de esta agrupación es promocionar un repertorio que es poco conocido para que el público pueda acercarse a algunos autores que han sido poco interpretados. Se pudo comprobar el intenso trabajo de esta agrupación que cuenta con importantes premios.
Dirigido por Eslava Volontir, la Coral Ramón Ibars de Mislata contó obras como Odi et Amo, de Carl Off, La noche, de Barrios, o Amor compartido, de Rey Rivero.
Uno de los momentos más emotivos durante la actuación de la Polifónica Turolense, que fue la última en actuar, fue la presentación del soneto de amor Mariposa de luz, poema del turolense Jesús Cuesta, al que le ha puesto música Jesús Mª Muneta.
Y como en cada Encuentro Coral Ciudad de Teruel, la última pieza fue el Himno a los Amantes, del director de la Polifónica una composición que recuerda que esta convivencia musical surgió hace ya 19 años como broche final al mes de febrero, en el que se celebran en Teruel diferentes propuestas culturales en honor la historia de Isabel y Diego.
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